- viernes 13 de enero de 2012 - 12:00 AM
Se supo que con la salida de Roxy del Mingo para el Hatillo, hay dos que están remando para que la nombren de ministra en reemplazo de aquella. Una es Anita, la jefa de legal del Palacio, y otra es la mandamás de los pasaportes.
Uno que sabe cosas de adentro a adentro del ConverseTeam me contó que la que tiene más chance es la mandamás de los pasaportes, porque tiene una palanca más cercana al Boss.
Me contaron que este año se crean nuevos juzgados de circuitos de adolescentes. Me dijeron que hay intenciones de abrirlos sin concurso, de a dedo. Ya el billete está en el presupuesto.
La otra cocoa es que hay unos casos en los juzgados de los pelaos en los que funcionarios pidieron un billetito a los padres de unos chicos víctimas de abuso para otorgarles medidas de protección. Pela el ojo, Cosú.
Un sapo de Chitreandia dice que la guerra por el CDN perredoso será feroz: Mr. Bull trae al aguilucho de Shangri La y la cuadra del muñeco se la juega con el chino moreno de Pesé.
Para los cabalosos, el 47 en la lotería los salvó, pero para los del Registro Público es una pesadilla, porque esos son los funcionarios que han botado, los cuales son seguidores del Fufo y del que Barría.
Se supo que con la llegada del magistrado Blower Moon a la presidencia del Palacio de la Injusticia, una fuente impuso la política de restringir información a los periodistas o de darle solo calichitos. ¿Cómo así?
La gente se pregunta cuál es el ‘file’ que le tienen al Estorbo Urbano o al Estorbito, que hizo que el burgomaestre se rindiera facilito, sin dar la pelea y sin decir nananina.
También se comentó que la instrucción que tiene la Roxy es que tumbe cabeza desde el primer día para meter a los del disco rayado. Ya dicen que no quedará títere con cabeza.
Me comentó un tongo que los conductores del Metrobús están cayendo en los mismos vicios y las mismas poncheras que los buseros de los diablos rojos. Hasta pillaron a uno sin licencia.
La cocoa que me echaron es que ya hay acercamientos entre perredosos y arnulferos para hacer un frente común. Entre los perredosos hay una facción que no quiera nananina con los arnulferos.