Ya éramos muchos y se parió la abuela...

La crisis económica y social que hoy estamos viviendo todos los panameños, es una herencia del Gobierno anterior con el Covid y sus secuelas y la misma se ha agudizado con los movimientos sindicales y gremiales contra la Ley 462 de la Caja del Seguro Social y la Mina de Cobre del año pasado. Como si eso fuera poco, los protestatarios, para meter leña al fuego, agregaron las consignas contra la Carta de Entendimiento firmada por el Gobierno Nacional con los EE. UU. y el Embalse de Río Indio.

¿Cómo puede un país, salir de su atolladero económico y social, ya existente, si a este se le suman nuevos ingredientes explosivos que confunden y hacen crecer el malestar nacional, aupado por los intereses de una oposición ciega, revanchista, sin proyectos para resolver la crisis nacional que vivimos los panameños? El anarquismo social, empujando a la confrontación de violencia en los cierres de calles, avenidas y carreteras como estrategia para doblegar al Gobierno actual, sin darse cuenta al final del camino que el más perjudicado no es el Gobierno de Mulino que es transitorio, ni los grandes empresarios capitalistas, ni el imperialismo yanquí y que el perjudicado por los cuatro costados, es el panameño de a pie, el que sigue esperando un empleo, un salario para enfrentar los problemas de la casa; que el empresario más golpeado es el pequeño y mediano emprendedor, que es a la vez el que genera más empleo para los desempleados de Panamá. Que la grave crisis generada por estas consignas románticas, han dejado a los estudiantes sin escuelas y sin maestros por más de dos meses, perjudicando a los más pobres, no a los más acomodados que van a las escuelas privadas.

Y como dice el dicho popular, “hasta que éramos muchos y se parió la abuela”, ahora la empresa bananera yanqui, anunció el abandono de las tierras de Changuinola y quedarán 5,000 desempleados directos y otros miles de indirectos que también vivían de la actividad Bananera.

Los dirigentes políticos y las organizaciones gremiales, deben ser más responsables con los panameños y velar y promover, hoy y mañana, el empleo que genera pan, salud y más educación para los pobres.