• domingo 20 de abril de 2025 - 12:00 AM

Volvemos a levantar la bandera

En este Domingo de Resurrección, cuando millones de personas reflexionan sobre la esperanza, la vida y los nuevos comienzos, hablemos de otra forma de resurrección: la de una generación que vuelve a levantarse cuando su país lo necesita.

Éramos jóvenes en los años 70.Nuestra sangre ardía, vivimos una época de efervescencia social, de ideales firmes, de marchas con propósitos y dignidad nacional: “un solo territorio, una sola bandera”. Defendimos la soberanía del Canal de Panamá cuando parecía imposible, y lo hicimos con coraje y unidad. Aquellos años nos marcaron, no solo luchamos, se ganó una causa que parecía eterna, y Panamá dio una lección al mundo.

Hoy somos abuelos, y eso no nos ha silenciado, somos más de 600.000 panameños mayores de 55 años, que formamos parte de una generación que vivió directamente los procesos en su último tramo histórico que cambiaron el rumbo de la patria. Somos testigos activos, memoria viva y conciencia permanente; y cuando la historia nos llama, sabemos responder.

No miramos desde la ventana. Volvemos a levantar la bandera, lo hacemos con responsabilidad, porque vemos que la soberanía vuelve a estar en peligro; por eso volvemos a activarnos.Porque entendemos que hay valores que no tienen fecha de caducidad: la equidad, la memoria y el amor a la patria. Hoy no marchamos tan rápido, pero nuestras palabras llegan más lejos.

Hoy no gritamos tan fuerte, pero nuestras convicciones son más firmes. Tampoco somos mayoría en las calles,pero seguimos siendo guía y ejemplo. No vinimos a reemplazar a los jóvenes, sino a caminar juntos a ellos, porque la soberanía es una tarea de todos, porque los principios no se heredan en silencio: se defienden, se enseñan y se levantan.El Domingo de Resurrección es un símbolo de vida, de regreso y de fuerza que renace, también lo es para nosotros.Porque la generación del 70 no se retiró, se reagrupa con sabiduría y decisión. Panamá no necesita mesías, pero sí necesita memoria y aquí estamos: con el corazón dispuesto, con la historia vivida y la bandera en alto.

“La soberanía es tarea de todos.”

Hoy no gritamos tan fuerte, pero nuestras convicciones son más firmes. Tampoco somos mayoría en las calles,pero seguimos siendo guía y ejemplo.