• viernes 06 de enero de 2017 - 12:00 AM

Viva La Estrella y El Siglo

Que de este de este episodio kafkiano, la nación, más no los polítiqueros que la gobiernan, aprenda que hay que consolidar el amor patrio 

Hoy, 6 de enero, será otra fecha que los panameños recordaremos en el calendario de las agresiones insensatas de los Estados Unidos de América a nuestra pequeña nación. Cierran, esperemos que temporalmente, La Estrella de Panamá, el periódico más viejo de Panamá y El Siglo, un tabloide popular.

‘Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad', sentenció Simón Bolívar a principios del siglo XIX, cuando los gringos enunciaron la Doctrina Monroe (América para los americanos). Con el cierre de estos dos periódicos, los EUA producen miseria para la libertad de expresión y el derecho a la información, ya que los panameños pierden libertad de expresión y derecho a la información. Producen miseria para los trabajadores de los diarios que pierden sus trabajos. Producen miseria para la administración de justicia porque sin un caso penal, ni acá ni allá, se fusila la presunción de inocencia. Produce miseria para el gobierno panameño, porque por falta de coraje y amor patrio, se desentiende de velar por vida, honra y bienes de sus gobernados. Y EUA todo lo hace en nombre de la libertad. La libertad de avasallar que usan constantemente.

Los gremios empresariales panameños e han pronunciado en contra del ataque, en forma contundente. Han superado a un gobierno de pusilánimes que, por ser panameñistas, es decir nacionalistas, debieran defender a los panameños, ya personas naturales o jurídicas, de este ataque.

Dice el refrán que ‘no hay mal que por bien no venga'. Que de este de este episodio kafkiano, la nación, más no los polítiqueros que la gobiernan, aprenda que hay que consolidar el amor patrio para resistir a los que atentan contra su soberanía externa y su soberanía interna.

Panamá vive una degradación de su vida en todos los ámbitos de su vida ciudadana. Prueba de ello es este ataque, las revelaciones del globalizado caso Odebrechet y el último, la degradación, una vez más, del Tribunal Electoral con la designación de un joven exhausto, agente de la politiquería que, con la suma de camarillas de todos los partidos, han secuestrado el poder.

Solo nos queda decir que ante la ignominia del ataque, dignidad patriótica. Que los más íntegros, aptos e ilustrados conozcan la vileza de EUA, esos que en enero de 1964 mataron he hirieron, que el 20 de diciembre de 1989, mataron e hirieron y que hoy matan e hieren a Panamá, que no merece.

Viva la Estrella de Panamá, Viva El Siglo y, sobre todo, Viva Panamá…

Exprecandidato presidencial

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