El solo evocar la figura de la Virgen del Carmen me trae a la memoria y al corazón a mi querida madre Vicenta, siempre fiel devota de esta Santa, a quien encomienda a todos, por salud y bienestar. Coincidentalmente julio representa mes de celebración de la patrona de pescadores y de mi querida madre, quien cumplirá 80 años de vida, salud y sumo agradecimiento.
La literatura da cuenta que el 16 de julio se celebra la fiesta de la Virgen del Carmen, cuyo simbolismo le lleva a ser considerada mediadora entre Dios y la humanidad. Un hecho de recordación es su aparición a San Simón Stock, superior de la Orden de Monte Carmelo, a quien le entregó el escapulario como símbolo de protección y favor a quienes lo llevaran con devoción.
En Panamá, ese fervor es evidente y no solo mediante el nombre de estructuras eclesiásticas sino por el alto sentido de espiritualidad y búsqueda de protección, en momentos ciertos e inciertos, donde los testimonios sobre favores recibidos abundan. Desde ya, hay preparativos para celebrar desde homilías hasta las extraordinarias y vistosas caravanas de lanchas, adornadas con flores.
Justamente es a la Virgen del Carmen, a quien clamamos por bienestar, guía y dirección para todos. Y ante la proximidad del cumpleaños No. 80 de nuestra querida madre Vicenta, el 19 de julio, pido salud, prosperidad y mucha dicha rodeada de familia y amistades.