Un vicepresidente para el Buen Gobierno

Para cuando se publiquen estas líneas habrán pasado horas del debate de vicepresidentes. Una iniciativa innovadora que permitió que 6 de 7 fórmulas presidenciales presentaran sus propuestas y la visión de país del equipo que representan.

Como mencioné anoche: Comencé a caminar junto a Nito Cortizo desde hace 10 años cuando tenía 25. Mi designación como vicepresidente me llena de orgullo y demuestra el compromiso que él tiene con una generación de jóvenes que estamos cansados de la política tradicional y queremos hacer las cosas diferentes. El Movimiento Uniendo Fuerzas, del cual formo parte, se caracteriza por un trabajo en equipo de mujeres y hombres, jóvenes profesionales unidos por un solo objetivo: transformar Panamá a través de una educación de calidad para dejarle un legado para nuestros hijos.

Estoy convencido que un vicepresidente debe garantizar que se recorra permanentemente todo el país, dándole seguimiento a la gestión para garantizar que se cumplan las promesas de campaña, que escuche las necesidades de la gente y tenga presente las soluciones; apoyando al presidente en el cumplimiento de los compromisos con su país. Y eso haré si ustedes me dan la confianza a través del voto el 5 de mayo.

Muchos se preguntarán cómo es posible que se elija a un vicepresidente joven, lo que les puedo asegurar es que mi designación no responde a cálculos políticos sino a la apertura de oportunidades para una nueva generación de profesionales que está cansada de dejar de soñar y que aspira a que todos tengan un mejor futuro a través de la educación, el arte, la cultura y las tecnologías.

Los panameños hoy en día son más exigentes porque están cansados de 10 años de corrupción e incapacidad en la gestión pública; situación que impacta de manera negativa en la calidad de vida de todos.

Tengo 35 años y creo en la visión de Nito Cortizo de hacer política con ‘P' mayúscula, una visión con propósito centrada en la honestidad, que planifique, que haga un Buen Gobierno con un equipo responsable y capacitado; estar atento a que se ejecuten de manera eficaz y transparente cada uno de los proyectos, no abandonar a los niños y los jóvenes de los barrios; brindar oportunidades a través de la institucionalidad que es lo único que garantiza el de sarrollo justo para todos.

Con el liderazgo de Nito Cortizo los jóvenes tendremos un lugar importante en la transformación de Panamá. Solo faltan 52 días para que termine esta pesadilla.

Candidato a vicepresidente