- viernes 02 de enero de 2015 - 12:00 AM
En vías de desarrollo peyorativo
Panamá crece, a pesar del modelo corrupto de sus instituciones públicas. Una herencia que viene de arrastre, por décadas de desgreños administrativos y de gobiernos rateros que no han hecho otra cosa que robarle el futuro a las nuevas generaciones. A diferencia de los países que crecieron a mediados del siglo pasado, cuando las grandes economías globales se empoderaron del control de las riquezas; los llamados mercados emergentes encontraron la fórmula para crecer, a través de la corrupción y la debilidad institucional.
El chiste aquí es, cómo se ubican los puntos porcentuales de este crecimiento desproporcional del PIB del lado de un grupo de afortunados que, a través del acceso a cuotas de privilegios, lograron proyectar sus vidas a un plano de satisfacción personal, en detrimento de una juventud mayoritaria, que poco a poco, comprende con impotencia y sin miedo a la ley, que solo con violencia y delito, pueden escalar socialmente, alcanzando el lado ‘fashion’ que esta sociedad vende como bienestar.
Crecemos más parecidos al modelo de China y la India, donde viven encapsuladas una pequeña parte de la población dentro de una burbuja social con características de primer mundo, dejando por fuera a la gran mayoría. Un modelo de ‘sálvense quien pueda’, donde el desarrollo pasa como bólido, dejando perplejos a una gran masa que intenta alcanzarlo caminando. Para los ‘panameños de a pie’, resulta insólito el panorama moderno y los precios que dispara este desarrollo.
Este modelo no alcanza para el bienestar de todos, solo abraza a unos cuantos, el resto vive en el siglo XX. La caracterización y el estrato social, algo antes desconocido para los panameños, comienza a tomar sentido. En China, llaman a los jóvenes rezagados ‘diaosi’, que literalmente significa ‘pelo del pene’, una forma denigrante como la juventud china resolvió describir a un segmento de cientos de millones de personas que no subieron al tren del desarrollo económico. ¿Cómo les dirían los jóvenes acá?
*Periodista