• miércoles 04 de junio de 2025 - 9:24 AM

Urge auditoría externa en la Universidad de Panamá para garantizar transparencia y legalidad

En nuestro país, varias veces hemos escuchado escándalos por títulos universitarios falsos, entre otras cosas dentro del sistema educativo panameño, surge una pregunta que no se puede seguir evadiendo: ¿Quién está revisando los procesos internos de la Universidad de Panamá?

Aunque la Universidad de Panamá (UP), como institución autónoma, tiene sus manuales de auditoría interna y mantiene bancos de datos por facultad para registrar concursos, títulos y evaluaciones, la verdad es que hace falta algo más: una auditoría externa seria, independiente y completa. No se trata solo de revisar papeles, sino de garantizarle al país que los títulos que emite esta universidad pública son legítimos y que la información en sus sistemas es confiable.

Porque, seamos claros, ¿de qué sirve tener “normativas internas” si nadie verifica si se están cumpliendo? ¿Quién supervisa si no se están manipulando datos o favoreciendo a ciertos grupos dentro de las facultades? El manejo de los llamados “bancos de datos ordinarios” debería estar bajo constante monitoreo, sobre todo en un país donde ya se ha detectado gente cobrando con títulos falsos y hasta sueldos de docentes fallecidos.

No se trata de atacar a la UP, por qué yo soy egresado de la universidad, además que participé en banco de datos en el 2023; se trata de proteger su prestigio y garantizar que los profesionales que forma cumplan con todos los requisitos éticos y académicos, además de hacer que la competencia en puntos sea equitativa y transparente.

Una auditoría externa no solo aumentaría la confianza ciudadana, sino que ayudaría a detectar posibles vacíos en los sistemas que pueden estar siendo aprovechados para prácticas cuestionables.

Ya el Ministerio de Educación ha destapado la olla: más de 30 diplomas falsificados detectados, investigaciones en curso, y denuncias ante el Ministerio Público. ¿Y la UP? ¿Va a esperar que le toquen la puerta o va a tomar la delantera?

Panamá necesita universidades transparentes, confiables y vigiladas. Por eso, este es un llamado de atención directo a las autoridades universitarias: es hora de abrir los libros, dejar entrar a los auditores externos y demostrar que la Universidad de Panamá está del lado de la legalidad.