Universidades estatales apoyan Ley 400

El proyecto de Ley 400, que regula las elecciones para escoger las autoridades universitarias sin caer en la perpetuidad de los cargos, pero permitiéndoles un período más a la gestión del rector en las universidades públicas del país fue admitido y aprobado en primer debate.

Entre sus bondades podemos mencionar, que permite al rector avanzar en las obras institucionales, mayor tiempo y presupuesto, cumplir con promesas de campaña, desarrollar su plan de trabajo y grandes proyectos en las distintas áreas a favor de la educación superior, sin caer en frustraciones al final de su período.

Ciertamente, cinco años es un tiempo muy corto y hemos visto las grandes limitaciones que han tenido los rectores para lograr los recursos, desarrollar su labor, cumplir con las necesidades del diario bregar universitario. Y es por esto que algunos han caído en la reelección desmedida o a perpetuidad. Esta Ley le pone límite a esta situación que atenta contra la democracia institucional; ya el estado panameño tiene instituciones que funcionan administrativamente con diez años: Corte Suprema, Procuradurías, Tribunal Electoral, Administración del Canal.

La Ley no autoriza al rector saliente ejercer otro período sin pasar por la decisión de los estamentos universitarios, tiene que participar en una justa campaña por el período adicional, y en ese sentido será importante la labor realizada, los proyectos pendientes, haber actuado con transparencia, honradez, eficiencia y eficacia y esta libre de corrupción.

Esta Ley también se presenta como un freno a cualquier intento por mantener roscas de control, oligarquías y grupos de poder o presión para el dominio y mantener hegemonía política en la universidad; la Ley cuenta con una aceptación generalizada en las universidades, por lo expuesto.

En buena hora ha llegado, insto a los honorables diputados que la están apoyando, a los independientes del partido opositor o gobierno para que la lleven hasta el final lo más pronto posible. Existe una minoría que se opone por apetitos políticos y añoranzas de poder y la educación superior debe trascender las barreras políticas y el individualismo.

Docente universitaria