El día 11 de noviembre, tuve la dicha de participar en un recital denominado Tinta Tricolor Panamá Soberana, en la Galería Manuel E. Amador Guerrero, de la Universidad de Panamá, el cual fe organizado por las asociaciones Alianza de Mujeres Filósofas SAFO, Club de Lectura Pasajeros en Tránsito, Caza Lectora y Alianza Literaria, quienes unieron esfuerzos para organizar un homenaje a la patria en donde poetas, lectores y narradores leyeron fragmentos de poemas, escritos y canciones que adornaron de amor patrio la noche.
Escuchar a cada uno de los participantes fue una experiencia emotiva y enriquecedora, ya que en la noche se tendió una alfombra de historia donde los tiempos se entrelazaron, recordándonos un pasado de luchas y reivindicaciones.
La soberanía de Panamá no se trazó en un camino histórico lineal ascendente, sino todo lo contrario, fue un camino de luchas, de mártires, un camino diplomático hacia una política internacional de derechos humanos con un presidente atípico que nos escuchó.
Hoy, cuando ese largo camino de luchas, derrotas y reivindicaciones es amenazado por calumnias foráneas, ha despertado un clamor ciudadano y la necesidad de expresión de corazones artísticos de nuestro país.
Participar en esta velada nos contactó con el más delicado clamor del pueblo que comparte su historia: una historia de abusos, de muerte y de imperialismo salvaje.
Participar en esta velada nos hizo recordar a todos esos grandes hombres y mujeres que nos antecedieron en la lucha por la soberanía de nuestro país. También rememoramos a nuestros familiares que nos narraron los sucesos y vivencias de nuestra soberanía ultrajada con limitantes de nuestro derecho al paso, negado por un militar estadounidense. Ni un paso atrás.