Un retoque por favor

La última comidilla de los corrillos políticos y sociales fueron las 46 operaciones bariátricas pagadas con dinero público durante el Gobierno de Laurentino Cortizo.

Luego que se hiciera público, las reacciones no se hicieron esperar, querían saber quiénes eran las personas beneficiadas por las operaciones y los criterios empleados para la asignación de ellas.

En las redes sociales, circularon como un carrusel las fotos del antes y después de algunos ciudadanos cercanos al círculo cercano de poder del expresidente Cortizo, donde la transformación corporal demostraba que quien la practicó ocupaba los primeros puestos en su clase de medicina, dejándolos irreconocibles.

Lo cierto es que el listado de beneficiados aún no ha sido revelado, pero el descontento ciudadano atizó más el desprecio por los actos realizados y cuestionados durante la administración anterior.Es en este momento, que nos ponemos a pensar si la Constitución Política nos habla del Derecho a la Salud (Artículo 109) y que no habrá fueros y privilegios (Artículo 19), entonces el principal transgresor de la Carta Fundamental, son los gobiernos.Debido a que los criterios para otorgar estas intervenciones es encontrarse cerca del poder, o ser amigo de él.

Actualmente hay muchas personas esperando ser operadas en los hospitales estatales, mientras que otras perecieron esperándolas. Lo que convierte al gobierno en inhumano, donde la salud de la población que representan es olvidada y no atendida, viendo la Cosa Pública como el botín de unos bucaneros, y no con el cuidado que representa el uso correcto y apropiados de los fondos del estatales.Este tipo de actos, merecen una investigación rigurosa con el fin de determinar si hubo irregularidad en el manejo de estos fondos, porque los mismos son sagrados.

No podemos como ciudadanos tolerar actos de este tipo, porque el silencio o la indiferencia con que respondamos a ellos nos convertirá en cómplices de quienes no actuaron como buen padre de familia.

Abogado