La toma de posesión del presidente Mulino cayó como agua tibia para algunos sufridores y fría para un visitante. Gustavo Petro, el hombre que gobierna a Colombia, parece que se le olvidó su condición de mandatario, y decidió pasearse con una dama por los corrillos del antiguo departamento de su nación.
Petro es una persona que lamenta la pérdida de una región muy rica llamada Panamá. En varias ocasiones se ha referido a ese pasado histórico que inició en 1822 y tuvo un desenlace poco agradable para Colombia el 3 de noviembre de 1903. Por esa condición de jefe de Estado, la lloradera por Panamá y la ideología que profesa, debe saber que sus pasos son escaneados y mirados con lupa.
¿Es un pecado que él se paseara por las calles de Panamá agarrado de la mano con una dama? Quienes son defensores de la etiqueta, el buen protocolo y las normas de convivencias dirán que falló en su comportamiento. Él debe saber que cuando dos damas hacen lo mismo, sea en un parque o una avenida, lo común es decir que son amigas. Que cuando son dos hombres que lo hacen, el común de la gente dirá que son mariposas a quienes se les moja la canoa. En el caso de Petro no se dio, ni lo uno, ni lo otro.
Allí, según el supuesto de lo ocurrido, no era una dama que se paseaba con otra. ¡Tampoco un hombre! Según las malas lenguas, y la mía que no es muy bendita, Gustavo Petro llevaba, como cual auto que es remolcado por daños de fábrica, a una persona del género trans y para rematar dicen que no ha cumplido su transformación total. En pocas palabras, todavía tiene el arma letal para seducir a las mujeres.
¡Vaya historia, vaya trama! El presidente colombiano se mandó un comunicado donde deja más dudas que verdades. Se declaró heterosexual y afirmó: “”Siempre he considerado que la intimidad es la ‘última ratio’ de la libertad, la última trinchera del ser libre, y conservaré este principio hasta que escriba de mí mismo o muera. Pero estos miles de mensajes transfóbicos que han estallado en manos de una sociedad de derechas, profundamente excluyente, ignorante y discriminatoria deben ser rechazadas por el presidente”, escribió.
La dama señalada en el video dice que no es ella y se sorprendió de la fama ganada por un error, pero las dudas vuelan por el mundo. ¿Y qué piensa usted de este culebrón... es o no es? ¿Acaso Petro desconoce la frase el emperador romano cuando dijo que la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo? Abrazos y que Dios nos bendiga.
Docente universitario
