- domingo 19 de enero de 2025 - 12:00 AM
No hay dudas que la campaña política electoral pasada, fue alumbrada con una propaganda que cubrió a todos los panameños. No sabemos quién fue el genio publicitario. Lo cierto es que Martinelli primero y luego Mulino, dieron en el clavo con las angustias de los ricos y pobres en Panamá: Todos queremos chen chen.
Todos claman y exigen Chen chen:
1. Los empresarios y comerciantes quieren chen chen. Sin el chen chen ellos no pueden funcionar. Para sostener a las empresas deben pagar sus compromisos bancarios, pagar a sus proveedores, deben pagar las planillas de los trabajadores, las cuotas de la CSS, los impuestos y recibir las ganancias de sus esfuerzos. Esos mismos problemas tienen las empresas medianas y pequeñas. No todos los empresarios son ladrones. Esa campaña de algunos dirigentes sindicales y políticos demagogos contra la empresa privada no es correcta, ni aquí en Panamá ni en el mundo. Sin el chen chen la empresa privada no puede existir.
2. Los trabajadores necesitan chen chen para llevar la comida a la casa, vestirse, mandar a los hijos a la escuela, movilizarse en el transporte colectivo, tampoco pueden tomarse las pintas, no podrían ir a las clínicas y hospitales del Seguro Social y beneficiarse de sus servicios de salud. Tampoco pueden pagar sus cuotas del Seguro Social y no podrán jubilarse a la edad señalada. La mayoría de los trabajadores paga la casa donde vive y necesita, luz, agua, teléfono y otros gastos indispensables para vivir con dignidad en un país rico, pero pobre. Si no hay trabajo, no hay chen chen.
3. Los sectores de las capas medias en su gran mayoría, fueron o son pequeños empresarios y profesionales salidos de nuestras universidades con un título en la mano. Todos ellos necesitan chen chen, para pagar las hipotecas de sus casas, los viajes de las quinceañeras, las tarjetas de créditos, la vida cómoda que a todos nos gusta. Pagar vestidos, restaurantes, autos, gasolina, joyas, escuelas privadas para los muchachos. Todos ellos piden más chen chen para vivir sin que el banco le quite la casa o el carro o le cierre el pequeño negocio, si no pagan los préstamos.
O sea, todos necesitamos el chen chen. Continuará...