• domingo 16 de febrero de 2025 - 12:00 AM

Tiempo de exposición

El llanto cesó porque una luz le iluminó el rostro y las imágenes, cual carrusel, pasaron ante sus ojos; y es que, a muy temprana edad, nuestros niños “calman” emociones con dispositivos celulares, a falta de estímulos necesarios para su formación. Eso es real y extremadamente peligroso.

Para nosotros como padres de familia, la limitación de exposición al uso de pantallas representa un desafío; sin embargo, vale plantearse la urgencia de inmiscuirnos en este terreno para evitar consecuencias como disociación social, dificultades en la formación física, mental y emocional de nuestros hijos, incluyendo problemas lingüísticos que afecten sus habilidades de desarrollo. La regulación en tiempo y contenido es de rigor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños menores de 2 años no se expongan a pantallas electrónicas mientras que otras instancias sugieren que aquellos que alcancen los 10 años no deben pasar más de una hora frente a las mismas.

Siguen siendo edades muy tempranas, donde no debería existir acceso a este tipo de tecnología, pues es una etapa donde se desarrollan habilidades motoras y cognitivas. Sin embargo, no nos llamamos a engaño y hay quienes, entre lo abrumado de los quehaceres y otras ocupaciones, ven en este tipo de dispositivos un recurso que les ofrece una salida o apoyo para mantenerlos ocupados.

El amor hacia nuestros hijos incluye protección, educación y orientación. Seamos conscientes de esta realidad y démonos la posibilidad de revertirla de alguna manera. ¿Cómo?. Estando más presentes, disfrutando juntos, aprovechando cursos de verano que se desarrollan en diversas comunidades, equilibrando tiempo de calidad con gustos y habilidades, donde la tecnología sea respaldo y no reemplazo, contribuyendo a una vida con propósito.