• domingo 30 de noviembre de 2025 - 12:00 AM

Tarea pendiente...

Ha terminado el mes de Noviembre, el Mes de la Patria”. Y ahora deberíamos hacer un balance de lo acontecido en las montañas, pueblos y ciudades con respecto a una muchachada entusiasta, a padres de familia que gastaron su plata para que sus hijos y nietos se vistieran de gala para las fiestas de noviembre, lo mismo que a los maestros y profesores, poniendo su entusiasmo para que sus alumnos se lucieran en estas fiestas.

En medio de estas fiestas patrióticas, vimos a un pueblo con su barra brava, vestida de rojo, apoyando a la selección de fútbol que logró llegar al mundial por segunda vez. Las calles, avenidas y barrios de las ciudades y pueblos se vistieron de rojo alegría. Teníamos tiempo que en medio de esta crisis vestida de Covid, cierre de empresas y desempleados, golpeando a miles de hogares, no habíamos visto tanta alegría a pesar de esa frustración y desánimo. Los panameños nos unimos en las calles, sin distingos de ninguna clase para celebrar ese gran triunfo de la selección panameña de llevarnos al mundial por segunda vez.

Pero estas fiestas de noviembre y esta fiesta hermosa de la selección panameña dejaron algunas lecciones que todos debemos asimilar y unidos alcanzar otras metas, otros proyectos realizables, para cambiar el rumbo de la nación. Necesitamos de esa alegría, de la unidad necesaria y remar en una sola dirección, dejando a un lado los rencores partidarios y la revancha electorera y juntos, apoyemos la creación de empresas que generen puestos de empleos y salarios para combatir el desempleo y la miseria. Noviembre nos deja la lección del 10 y 28 de noviembre de 1821 de la provincia de Panamá y el 1ro. de diciembre de 1821 de la provincia de Veraguas, unidos por la Independencia del Reino de España, el 18 de noviembre de 1840 creando la Primera República y el 3 de noviembre de 1903, a pesar de la leyenda negra: la creación de la República Independiente y el Canal de Panamá.

Ahora, con alegría y unidad, debemos apoyar a los desempleados que necesitan trabajos y salarios para poner las pailas en la mesa de sus hijos. Esta es una de las tareas pendientes de estos tiempos. ¡Vamos Panamá!

Los panameños nos unimos en las calles, sin distingos de ninguna clase para celebrar ese gran triunfo de la selección panameña de llevarnos al mundial por segunda vez.