Las escenas de la DANA que azotó las tierras valencianas siguen estando en las noticias internacionales y más en las españolas, especialmente el papel que jugaron los reyes, Felipe y Letizia al hacerse presentes en una de las poblaciones, recibiendo insultos, abucheos y hasta lodo, de una manera estoica y hasta digna. En Panamá muchas poblaciones fuera de la ciudad han sido afectadas por desborde de ríos y deslizamientos de tierras, dejando comunidades enteras totalmente devastadas. Como dije en el artículo anterior, el cambio climático es una de las mayores amenazas que tenemos el día de hoy, y muchas personas no están anuente de ello.
La solidaridad de los panameños no se hizo esperar, y en coordinación con la Primera Dama se recibieron donaciones de particulares y empresas que han aliviado, en parte, las afectaciones que han sufrido. El fenómeno climatológico llegó a tales proporciones que el presidente Mulino ordenó posponer el desfile en la ciudad de Colón, para la insatisfacción de muchos pues de todos es sabido que los jóvenes se preparan todo el año para marchar durante los días patrios, a un costo a veces muy oneroso para las familias.
Si bien ha llovido suficiente para que los lagos que alimentan el canal garanticen que los tránsitos no se verán afectados, como en los dos años anteriores, en los que sus bajos niveles obligaron a reducir la cantidad de barcos que cruzan la vía interoceánica, el daño que las lluvias han causado ha sido muy grave. Hace unos años ocurrió lo mismo y me pregunto si se tomaron las previsiones o se hicieron las infraestructuras que pudieran enfrentar estas eventuales emergencias, que todos sabemos se dan en la época de lluvia más cruda, que ocurren durante estos meses.
Tomemos conciencia de que cada año va a ser peor el embate de la naturaleza y debemos estar preparados mediante un amortiguamiento en las obras civiles que existen en los sitios que sabemos se ven afectadas.