Una semana de paliza sin descanso

En medio de una cartilla complicada, la esquina de los peleadores informales se mantiene recibiendo una fuerte golpiza por no poder subir al tinglado a pelear como es debido.

Ha transcurrido más de una semana de situaciones que no les han permitido pelear, lo que les ha mermado la economía, algunos desconocen si podrán pagar el alquiler de sus gimnasios ahora que comience el mes de noviembre.

El pleito es complicado para ellos, al no contar con una bolsa fija todos los meses, pues sus ganancias dependen directamente de su desempeño en el cuadrilátero, por lo que al no poder pelear, no les queda otra que colgar los guantes y esperar la caridad de los vecinos.

Expertos del deporte consideran que es momento de frenar tanta confrontación, pues quienes serán más afectados son los mismos trompadachines de Pablo Pueblo.

El campeón, bien o mal, comienza a bajar la guardia en esta complicada pelea y por el bien del deporte es hora de ceder un poco y dejar que todos los pugilistas puedan pelear por lo suyo porque hay cuentas que pagar.