El presidente de la República José Raúl Mulino muestra interés en lo que a Seguridad Ciudadana se refiere. Eso es importante. Cuando hablamos de Seguridad Ciudadana no solamente hablamos de seguridad policiaca hablamos de salud, alimentación, educación y otros aspectos de la vida social y personal que incluye directamente al programa de Vecinos Vigilantes.
Este programa nació en 1996. Fue tomando forma a medida que nos organizamos a nivel nacional, bajo la coordinación y orientación de la magistra Marieta Díaz. Se mantuvo latente por apego a la organización, bajo la supervisión de la Policía Nacional.
Ésta es una organización apolítica que colabora con la policía, pero ad honorem, toda vez que una comunidad organizada guarda para ella mayor seguridad, vigilancia, así como paz ambiental y mental.
No obstante en la última década el programa disminuyó las actividades y su desarrollo, producto quizás de falta de interés o seguimiento por parte del Ejecutivo o los directores de la propia Policía Nacional, consecuencia del constante cambio en los jefes de Zona Policial, de lo cual nos quejamos muchas veces.
Aún cuando tuvimos algunas subcomisionadas como es el caso de Thelma Palma e Irán de Muy, funcionarias de gran valía, que dentro de sus actividades promovían el programa, quizás también la mudanza, enfermedades, deceso de algunos coordinadores, apatía o desinterés en la comunidad propiamente, muchas coordinaciones dejaron de funcionar, por lo cual hay que retomarlos, pero no con advenedizos.
Importante exponer que con antelación teníamos hasta cuatro unidades de policía como comunitarios, por Zona Policial, para atender los programas y nos los fueron bajando a dos, incluso a uno, lo peor es que se les asignan otras funciones dentro del escaño policial que les limita atender a las coordinaciones y el programa queda a la deriva.
Esperamos con esta posiciones que mantiene el Presidente Mulino de reforzar la Seguridad Ciudadana sea diferente. Sabemos que él cree en el programa. Esperamos se concrete su apoyo rotundo y definitivo para el beneficio de la comunidad organizada. Dios te salve, Panamá.
