Se están dando hasta con el banquillo

El formado en tierra catracha, ese que siempre debiese tener su guardia arriba para protegernos, envió a sus segundas a la tierra de la tortuga a reabrir las vías y se vivieron horas candentes en este escenario, donde en el pasado se libraron grandes luchas.

La cosa por la reforma al Cajetón está color de hormiga y el pesado no muestra signos de dar marcha atrás, es un pleito que se ha extendido más de lo que muchos pensaban y la palabra represión sigue sonando con más fuerza, hasta fuera de nuestras fronteras.

Hay que reconocer que el monarca de los pesados no las ha tenido todas consigo, esa estrategia agresiva arriba del entarimado lo ha metido en muchos aprietos. Ha tenido que soportar las silbatinas de la afición decepcionada por su accionar.

Hay voces desde las tribunas que siguen recomendando el diálogo como la mejor forma de salir de esta crisis. Los intercambios de golpes en Bocas no ayudan en nada, al contrario, nos deja mal parados fuera de nuestras fronteras.

Un aficionado de esos que no se pierde ninguna cartilla, les soltó ganchos al hígado a los segundas del pesado, porque siente que no están desempeñando su trabajo. Pablo pueblo, solo pide solución a los temas sociales.