Se cae el maquillaje

El Panameñismo varelista y el PRD desencuadernado, hicieron una supuesta alianza para lograr la gobernabilidad. Como políticos tradicionalistas usaron el método de repartirse la cosa pública como si fuera un pastel. En la Asamblea como quienes se respetan y no tienen puñales en la mano, fueron repartiéndose comisiones y cargos. Esto llegó hasta el servicio exterior, en el Ejecutivo, donde un allegado a Martín Torrijos quedó en buena cabalgadura, de esas que se puede ‘hacer negocios’ en oriente.

Luego de prácticas nepóticas, donde parece que los parientes de los que nombran se han pasado comiéndose un cable o que no tenían mayores ocupaciones, y tienen que entrar a comer del Estado (que vergüenza) tengan o no méritos, porque no se ha implantado un sistema de méritos, ahora va cayéndose el maquillaje de esa supuesta alianza.

No es que Leandro Avila crea que puede ser contralor. No, es que se está cotizando como otros en el PRD para, en este tradicionalismo politiquero, ver qué consiguen de regalías, como ya consiguió los regalos procedentes del gobierno de Martinelli, que dio en la última Navidad.

Dice la Biblia que por sus frutos conoceréis al árbol bueno del malo. ¿Qué árbol malo da frutos buenos? Esa Asamblea espuria, donde campeó el uso de dineros, públicos o de dudosa procedencia, en casi todos los diputados electos, cómo puede dar fruto bueno?

El Gobierno llega a 80 días y ya no nos acordamos que la mayoría de los ministros y grandes funcionarios de manejo no hicieron pública su declaración de bienes. Si ese es el talante de esos allegados, cómo van a poder negarse a apadrinar más de cuatro bellaquerías?

El subsidiarismo, práctica de los gobiernos demagogos de Torrijos y Martinelli, se ha multiplicado. El lema de ‘el pueblo primero’ está quedando como aquel de ‘ahora le toca al pueblo’ o ‘patria nueva’.

Copartidario Juan Carlos Varela, gobernar no es cuestión de maquillajes. Estos se caen. Es cuestión de compromisos basados en principios. Enmiende…

*Ciudadano