- domingo 14 de agosto de 2022 - 12:00 AM
El revolcón panameño y la cruda realidad (3)
El REVOLCÓN PANAMEÑO ha demostrado que las demandas tienen las simpatías capitalinas e interioranas por ahora.
El REVOLCÓN PANAMEÑO ha demostrado que el pueblo panameño quiere un cambio para mejorar sus vidas y no quiere discursos, ni taquilleros, ni radicalismos, ni cantos de sirenas que prometen el cielo y la tierra.
El REVOLCÓN PANAMEÑO nos ha demostrado que somos una sociedad pequeña de 4 millones de habitantes, viviendo entre 75 mil kilómetros cuadrados. Que no somos ricos. Que nuestra economía depende del Canal y del Comercio. Que el empleo depende de la inversión nacional o extranjera y que debemos atacar al desempleo como primera tarea. Si no hay empleos, no hay salarios y si no hay salarios no hay comida y crecerá la pobreza y la miseria en la ciudad y en el campo.
El REVOLCÓN PANAMEÑO con sus tranques en la carretera interamericana y avenidas, ha perjudicado a miles de miles de panameños en sus trabajos, a los comercios grandes, medianos y pequeños, las citas médicas, a los padres de familia, a los niños y adolescentes, a la banca, a los turistas, a los pasajeros y a los productores interioranos también.
El REVOLCÓN PANAMEÑO necesita estimular el empleo mediante la generación de confianza al capital nacional y extranjero para la creación urgente de 300 mil empleos que hagan posible que los panameños no necesiten los SUBSIDIOS ni PIDAN limosnas para vivir.
EL REVOLCÓN PANAMEÑO debe entender que el problema fundamental de la crisis nacional es un problema económico y por lo tanto, económicamente hay que atacar, lo demás es demagogia. De allí la importancia que el DIÁLOGO para buscar soluciones posibles y realistas debe contar con todos los sectores que hacen posible el desarrollo del país, a pesar de sus pecados o distorsiones. Los productores de la ciudad y del campo con su capital y su creatividad son necesarios y los trabajadores también.
El REVOLCÓN panameño no debe perder la oportunidad de lograr ACUERDOS O PACTOS inteligentes, realistas y posibles que alivien a los panameños de sus angustias.
El REVOLCÓN PANAMEÑO y sus organizadores, deben recordar la consigna de ayer: “hemos avanzado y la lucha continua”.
“Entendimiento nacional o desastre nacional”, decíamos en 1982.
Cónsul en Lima, Perú