A pesar de las acusaciones de traidores y de comerciantes inescrupulosos a los que impulsaron el 3 de noviembre de 1903 con la complicidad de los EEUU, no se debe desconocer la situación de miseria de la sociedad panameña con sus 350 mil habitantes en aquellos días, ni el Tratado Mallarino Bidlack de 1846 que Colombia negoció con EEUU, para que el Istmo de Panamá fuera colombiano. Entender por qué Panamá no pudo durante 82 años separarse de Colombia. No se puede desconocer la Guerra de los Mil Días, cuando sólo en el Puente de Calidonia en 1900, diezmaron a punta de metralla conservadora a más de 1,000 liberales panameños entre muertos, heridos y lisiados; ni al Batallón Colombia, que armado, con 500 hombres custodiaban al país con apoyo de los EEUU.
Grande fue el esfuerzo de los próceres en poner los “reales” para facilitar la conspiración separatista y arriesgar sus vidas. Grande fue Amador, junto a Bunau Varilla, para conseguir recursos económicos y logísticos en EEUU para llevar adelante la República y el Canal por Panamá, antes que los gringos lo construyeran por Nicaragua. La negociación del Canal fue impuesta el 18 de noviembre de 1903. La república y la prosperidad de los panameños dependían de ese Tratado y de ese Canal. El pragmatismo político se impuso.
Para 1904, el Presidente Amador, mandó al Dr. Eusebio A. Morales a los EEUU con el primer pliego de protestas ante la interpretación antojadiza del “mayuyón, rico, poderoso y rofeón” en la franja canalera bajo su jurisdicción. En esa “lucha generacional” de la que hablaba Torrijos, Panamá negoció nuevos tratados con pragmatismo político en 1925, 1936, 1941, 1947, 1955, 1963, 1967 y 1977, siempre a favor de los panameños. Los negociadores, eran conscientes de nuestras debilidades como nación. La razón y el derecho internacional, no eran ni son suficientes para convencer a los EEUU. El pragmatismo político se impuso en la Diplomacia panameña desde 1903 hasta la fecha para perfeccionar la República y Administrar el Canal. Todos estos avances se han logrado y peligran ante las amenazas de Trump y el “guerrerismo verbal contra el imperio” de los opositores a Mulino.
Diplomacia, pragmatismo político y negociación.
La república y la prosperidad de los panameños dependían de ese Tratado y de ese Canal. El pragmatismo político se impuso.
