• martes 26 de julio de 2022 - 12:00 AM

Las relaciones públicas y la cultural de seguridad

En ese mismo orden de ideas, la cultura de seguridad juega un papel preponderante en la sociedad y en nuestro país

Toda organización cuenta con una cultura organizacional y dentro de ella se encuentran los valores, principios y creencias que fortalecen la identidad de las empresas.

En este sentido, se destaca que una de las funciones del profesional de las relaciones públicas se basa en construir la reputación de las marcas para fortalecer su posicionamiento en el mercado; por lo que, es un compromiso de la organización velar por el bienestar de sus colaboradores y, en el caso de la cultura de seguridad, se debe garantizar quienes cumplan con esta responsabilidad en la empresa, deben contar con el adecuado conocimiento en este campo.

Las Relaciones Públicas en su función de administrar la comunicación organizacional, tanto interna como externa, debe poner en práctica técnicas de divulgación e instrucción orales como jornadas de capacitación en materia de seguridad, a fin de contribuir con el cumplimiento de las normativas para el desarrollo de buena gestión de riesgos y, motivar la búsqueda de instituciones idóneas para que sus públicos se capaciten periódicamente.

Según  Antonio Di Génova, en su libro  Manual de Relaciones Públicas e institucionales, Estrategias de comunicación y tácticas relacionales, señala que las Relaciones Públicas e Institucionales constituyen un sistema  de estrategias de gestión que permiten entender los eventos desde el punto de vista de las múltiples interacciones que los caracterizan; corresponde a una actitud integradora, como también  a una teoría explicativa que orienta hacia una comprensión de los procesos, de los protagonistas y de sus contextos.

En ese mismo orden de ideas, la cultura de seguridad juega un papel preponderante en la sociedad y en nuestro país. Es común que las empresas e instituciones del Estado, soliciten al Cuerpo de Bomberos, capacitaciones relacionadas con la seguridad en materia de: prevención de incendios, manejo de extintores, desalojo, formación de brigadas de emergencias y primeros auxilios básicos, tópicos que son de gran importancia para el desarrollo de un plan de gestión de riesgos. Con la aplicación de estas iniciativas, las entidades públicas se convertirían en modelos positivos para otras organizaciones, de tal manera que toda actividad desarrollada en la empresa o institución se reflejaría en su propuesta de divulgación a través de las redes sociales y sitios web.

De esta manera se estaría ejerciendo un contacto comunicativo de la organización con sus públicos internos cimentando el conocimiento de cómo se debe actuar ante una emergencia para minimizar los riesgos, pero, sobre todo, que los integrantes de la entidad estén bien capacitados, al cabo de poder contar, inclusive, con una brigada de emergencia para que se practique esa cultura de seguridad y se incremente la imagen de marca de la empresa.

Para concluir, vale acotar que nuestro país no está exento de situaciones de peligro y como relacionistas públicos, debemos incluir dentro del proceso de comunicación, el diseño y confección de trípticos, revistas, volantes, boletines informativos e información relacionada a este tema y distribuirlos de manera impresa, así como también, subirlo al sitio web de la organización para lograr con estas buenas prácticas que nuestros públicos sean entes multiplicadores para una sociedad bien ilustrada.

Profesora.

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