Realmente, ¿es la ‘ley zanahoria’?

El pasado noviembre, el Ejecutivo emitió el Decreto N.° 1424, conocido también como ‘decreto zanahoria’. He estado meditando sobre este tema que, a priori, parece una medida coherente con el interés de atender, como lo establece la norma, los problemas de incremento de la violencia, riñas callejeras, violencia intrafamiliar y accidentes de tránsito.

Como panameño, soy consciente del problema de violencia de nuestra sociedad, especialmente en la capital, y que es necesario tomar medidas para controlarlo, sin embargo, como ser humano tengo que cuestionarme las cosas y, al hacerlo, las respuestas de la realidad no siempre son como dicta la lógica.

Me preocupa que el Gobierno, como medida para controlar problemas que debería manejar con el poder del Estado, busque como solución el recorte de libertades. Por la misma regla de tres que hoy me impide comprar una cerveza a las 4 de la mañana, ya que hay exagerados que se emborrachan y matan, el día de mañana me pueden prohibir el uso de internet, porque hay tarados que lo usan para pornografía infantil. Es un ejemplo extremo, sin embargo, no me gusta el camino que recorremos si coartamos libertades.

Por otro lado, no sé hasta qué punto el Gobierno investigó la medida de la ‘hora zanahoria’, lo digo porque hay ejemplos previos de esta medida que debieron tomarse en cuenta. Como Colombia, donde se estableció la medida, inicialmente en Bogotá y luego en otras ciudades. En Bogotá ayudó a disminuir en un 22% los crímenes, lo que demuestra que es una gran arma contra la violencia; sin embargo, otros estudios demuestran que con la ley zanahoria aumentaron los accidentes de tránsito y no disminuyó la ingesta de alcohol, simplemente, las personas cambiaron los patrones de consumo. Esto último es importante citarlo porque el propio decreto dice que busca disminuir los accidentes de tránsito y el consumo indiscriminado, sin embargo, la medida ya ha demostrado ineficiencia en estas materias.

Otro punto, cuando el alcalde Antanas Mockus proclamó la ley zanahoria en Bogotá, la justifico con datos como que el 33% de homicidios por armas de fuego, el 49% por armas cortopunzantes, el 35% de suicidios, entre otros, tenían asociación con consumo de alcohol. ¿Dónde están los datos que justifican nuestro ‘decreto zanahoria’? ¿Cómo sabremos dentro de un año si sirvió o no?

EL AUTOR ES ABOGADO