• lunes 28 de marzo de 2022 - 12:00 AM

La quiebra constitucional 

La realidad que vive Panamá lacera al cuerpo social impidiendo la necesaria participación ciudadana en todos los asuntos de nuestra sociedad

Hoy por. Hoy, Panamá es una sociedad resquebrajada, ningún Órgano cumple con las funciones para las cuales fue creado y nadie puede negar el divorcio real existente entre la realidad social y la realidad jurídica.

Quienes insisten en mantener, a como de lugar, el estatuto constitucional impuesto hace 50 años por la dictadura militar, actúan contra el orden de las cosas para que la organización política del Estado esté al servicio de sus intereses personales. No les importa ni les interesa el bien común.

El derecho inalienable e imprescriptible de cambiar la Constitución impuesta, viene siendo negado por todos los gobiernos desde la invasión. Los partidos políticos, antes y después de la invasión, se han encargado de repudiar el ejercicio del poder constituyente, que sólo pertenece a la ciudadanía.

Se han recreado y se recrean en pisotear el principio que proclama: "Un pueblo tiene siempre el derecho a revisar, reformar y cambiar su Constitución. Una generación no puede someter a sus leyes a las generaciones futuras".

La quiebra constitucional que vive Panamá, lacera al cuerpo social, impidiendo la necesaria participación ciudadana en todos los asuntos que reclama el vivir en sociedad, con el objetivo del bien común.

La quiebra constitucional ha corro´ído  las condiciones socioeconómicas y políticas de nuestra población, profundizando las desigualdades, envenenando las esperanzas de una mejor calidad de vida y, secuestrando las más elementales garantías a las libertades democráticas.

El inadecuado texto constitucional impuesto debe de ser cambiado a través de un proceso constituyente. No hay ningún otro camino: la Constituyente es el camino hacia el cambio.

Catedrático en la Universidad de Panamá

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