- jueves 14 de agosto de 2025 - 6:05 AM
¿Qué implica la demanda de disolución contra Suntracs?
El Código de Trabajo define una Convención Colectiva como todo acuerdo escrito relativo a las condiciones de trabajo y de empleo, celebrado entre un empleador y un sindicato o central de trabajadores.
La convención colectiva CAPAC-SUNTRACS vigente se firmó en abril de 2022 y finaliza en diciembre de 2025.
Actualmente, el salario mínimo fijado por Decreto del gobierno en el sector construcción es de $3.47 la hora. Todos los salarios establecidos por la Convención Colectiva de CAPAC-SUNTRACS se encuentran por encima del salario mínimo, incluidos los de oficios menos remunerados, como es el caso de los celadores, también amparados por este acuerdo laboral.
Lograr estas condiciones es una conquista admirable en un sector cuya mediana de salario se encuentra por debajo de la mediana nacional, que presenta una informalidad de 69% y tasas de desempleo de casi 14%, según cifras de la Encuesta de Hogares de 2024.
Enfrentar este panorama y conseguir mayor bienestar para los trabajadores solamente es posible por medio de la organización sindical.
Cuando acabe la vigencia de la Convención Colectiva CAPAC-SUNTRACS, los salarios en este sector pueden deprimirse considerablemente, porque solo estarán regidos por el salario mínimo fijado por el gobierno.
Según las últimas cifras disponibles (2022), las remuneraciones de trabajadores formales e informales representaron un 25% del producto interno bruto del sector. Entre los formales asalariados, el ingreso mensual ronda los 1,929 dólares, mientras que los informales perciben 542 dólares.
La ausencia de un sindicato fuerte en la construcción puede incrementar la informalidad y transferir riqueza hacia el sector empresarial, por medio de salarios menores. Si los sueldos y salarios de los trabajadores formales en la construcción se reducen al nivel de los sueldos y salarios promedio de la economía, que se encuentran en 1,376 dólares, hablaríamos de una disminución de 550 dólares mensuales por trabajador, lo que implicaría una transferencia de riqueza de más de 675 millones de dólares anuales hacia las ganancias brutas del sector empresarial, que en la rama de la construcción durante 2022 fueron de 7,929 millones de dólares.
Todo lo anterior en el contexto de un mercado especulativo, con un costo de vivienda fuera de la realidad de la población.Este es el escenario tras la demanda de disolución contra SUNTRACS. El bienestar de miles de trabajadores está en vilo por un proceso que se suma al despliegue de autoritarismo del actual gobierno.