• domingo 04 de mayo de 2025 - 12:00 AM

¿Qué hacer entre el “pragmatismo e idealismo político”?

En los momentos que vivimos hoy, no podemos contentar a todas las corrientes políticas con nuestras opiniones. Es más difícil lograrlo en los tiempos de tempestades emocionales por todos los rincones, producto de varios factores domésticos que golpean a la mayoría de los panameños. Pero, quienes creemos que tenemos algún derecho y algunos deberes todavía, no podemos callar, si en ello está el amor al país que nos vio nacer.

Dicho esto, vuelvo al planteamiento que acapara mis preocupaciones en estos días, frente a las amenazas de Trump, al guerrerismo verbal contra el Imperio, a la soledad de Panamá y a la no poca demagogia política derramada. Los panameños debemos seguir luchando dentro de nuestras realidades por la defensa de la República Independiente y el Canal de Panamá en manos panameñas y evitar la “toma de Panamá por Trump”.

Pragmatismo dice el diccionario es un adjetivo que tiene “preferencia por lo práctico o útil”. Y el “pragmatismo” es actuar con el realismo de las circunstancias en la que vivimos, aunque el “idealismo” nos motive a otras acciones con esas mismas realidades.

El “idealismo” ha sido y es en Panamá una guía de ideas, de luchas, de metas, de proyectos y de banderas políticas. Todos estos “idealismos” pueden ser genuinos, aunque muchos sean inalcanzables. Ejemplo: todos los panameños debemos ser felices y la riqueza nacional debe repartirse entre todos. “Idealismo puro”. Estos “idealismos” no los ha realizado ningún pueblo y ninguna revolución.

Pero los Gobiernos y los políticos de ayer, hoy y seguramente mañana, trabajan con las crudas realidades que se viven. Dentro del “idealismo” los Gobiernos y políticos en el mundo, van construyendo con el “pragmatismo político” o sea con lo “posible, con lo útil”, los avances y el progreso de sus pueblos.

El “pragmatismo político panameño” en las actuales circunstancias, frente al Imperio, frente a Trump, frente a la soledad y a nuestra pequeñez, nos anuncia, nos grita que debemos ser prudentes y calculadores. Aquí el “pragmatismo político” se impone al “idealismo puro”, si queremos seguir viviendo en una República Independiente y seguir administrando el Canal de Panamá.

No juguemos con la cadena del Gorila y recordemos “el Cristo es de plata”.

No juguemos con la cadena del Gorila y recordemos “el Cristo es de plata”.