Un púgil muy lento y que falla mucho

A pesar de las constantes silbatinas del respetable público por el pobre rendimiento del campeón del transporte, la cosa nada que mejora. Esto tiene a la esquina de los usuarios con los nervios de punta y sin saber qué hacer.

Hasta pagan por adelantado y reciben, constantemente, rectos de derecha al mentón, por el pésimo servicio. Hay demasiadas quejas, pero la cosa no mejora, se han vuelto puras excusas.

Los lentos desplazamientos, lo deteriorada que están algunas unidades y el nulo servicio en la madrugada, hacen pensar a la esquina del usuario que no se pone el mayor de los empeños para tener a Pablo pueblo, tranquilo.

Es hora que a la afición se le dé el respeto que se merece, a la postre es la que con el sudor de su frente mantiene este servicio, que llegó como la solución a todos nuestros problemas y se ha convertido en uno más, hay que hacer algo urgente.

Los promotores del campeón del transporte deben trabajar a toda máquina, porque la fanaticada ya no aguanta más, siente como si les conectarán un gancho al hígado cada vez que llegan tarde a sus hogares por la falta de frecuencia.