- domingo 26 de febrero de 2017 - 12:00 AM
Primero mi Carnaval
Desde la mañana del viernes, ya la ciudad estaba bastante solitaria, salvo en la Cinta Costera, donde había gran movimiento; allí, pareciera olvidarse todo, o casi todo.
En la capital este año se conmemoran los 117 años de carnaval de la ciudad; y en Las Tablas ya habían arrancado los motores el 31 de diciembre en la fiesta del año nuevo. Cuando a las doce de la noche, los carros alegóricos y sus bellas princesas ya anunciaban lo que venía para el carnaval de dicha ciudad.
El Carnaval y las fiestas de fin de año son las fechas más esperadas por el panameño, independiente de lo que suceda.
Esta es una fiesta con una historia de más de 5 mil años; y los panameños han demostrado que ni el antavirus, ni la sequía, y mucho menos Odebrecht harán que deje de festejar para esta época.
Nuestros artistas cantan en esta fiesta popular, mientras la televisión y la radio no dejan nada a la imaginación; transmitiendo desde los lugares más estratégicos del país.
Habría que mencionar, que no todas las familias participan de las comparsas, máscaras, tunas, desfiles y culecos. La gran mayoría opta por ir a la playa, reposar en una hamaca y en fin, pasarla en familia, lo que es una buena elección.
Con los calores que nos acompañan, se viaja al interior y se disfruta de sus chichas de frutas: de tamarindo y de naranjas con raspadura. Los pueblos del interior salen de su rutina y se benefician de los recaudos, producto del turismo interno.
A mis queridos panameños les recuerdo, ser responsables de sus acciones y que las redes sociales están al orden del día, pero sobretodo, atención a los desenfrenos y a sus consecuencias.
A los padres de familia, relajarse está bien, pero pendiente de sus niños, y orienten a sus jóvenes, recuérdenles que se les quiere y se les espera en casa.
Tener presente al conductor designado; esta es una fecha, en la que cada uno decide que hará; diviértanse y regresen con bien.
Excandidata presidencial