• jueves 12 de mayo de 2022 - 10:48 AM

Presidente, usted no ha muerto

Siempre será reconfortante recordar, más en esta fecha, a Guillermo David Endara Galimany

Un día como hoy, pero, en 1936 nació este ciudadano que por situaciones del destino le correspondió encabezar la nómina de la Alianza Democrática de Oposición Civilista en las elecciones del 7 de mayo de 1989. Un hombre de leyes, con una determinación sin igual para llegar a los propósitos que se plantearon en aquellos días aciagos para Panamá. Junto a Ricardo Arias Calderón y Guillermo Ford firmaron un pacto de sangre de ir hasta las últimas consecuencias para defender la voluntad popular en las urnas. Con ese enfoque nacionalista siempre pensó que ante una eventual invasión norteamericana era mejor que Noriega siguiera en Panamá. Al final, cuando fueron secuestrados aquel 19 de diciembre de 1989, los gringos le presentaron dos opciones… o asumían el control del gobierno, dado el amplio triunfo en las elecciones de 1989 o los invasores pondrían un gobierno de ocupación. Fue una decisión difícil para este hombre.

Hoy, aquellos cobardes que casi acaban con la vida de los tres candidatos deberían lanzar sus mea culpas por esos comportamientos criminales. Me refiero al ataque cobarde del 10 de mayo de 1989 en la plaza de Santa Ana. Y si alguno me lee y considera que actuó bien, al atacar a quienes pedían justicia libertad y democracia, sepa que en el infierno hay un espacio reservado para él. Considero que la sociedad ha hecho poco por estos tres caballeros, en especial con Guillermo Endara quien fue el hombre que supo imponer una administración de balance para lograr la reconciliación y el desarrollo de Panamá. Aquellos que estuvimos cerca de este patriota podemos dar fe de cómo actuó en los momentos más difíciles. Todavía lo recuerdo cuando una lágrima recorría sus mejillas al ver que en las bóvedas del Banco Nacional no existía ni un millón de dólares para hacerle frente a las necesidades financieras de la nación.

Me parece observarlo en el momento en que se dio cuenta del abandono por parte de los invasores. Cuando todos pensaron que Estados Unidos inundaría a Panamá con billetes, la realidad fue otra. Ante ese comportamiento negativo Endara, luego de culminar la instalación de la primera Asamblea Legislativa, se declaró en huelga de hambre. Lo dijo al finalizar el discurso el uno de marzo de 1990. Ese día asumía como presidente del órgano Legislativo el demócrata cristiano Carlos Arellano Lennox. De la asamblea, el presidente se dirigió a la Catedral Metropolitana donde cumplió 16 días de huelga de hambre. Recurrió a las mismas tácticas que Gandhi cuando a través de la resistencia pacífica logró que el Reino Unido le diera la independencia a la India de sus amores. La huelga de Endara dio frutos. Naciones poderosas comenzaron a mandar la ayuda a Panamá y se formó un triunvirato para darle préstamos blandos a la nación. Aquellos mil millones que tanto pregonaron los gringos quedaron convertidos en 400. Y los aportaron un año después de la invasión. Endara hizo milagros y en este aspecto hay que señalar algo destacable. Cuando a finales de febrero de 1988 renunciaron al presidente Eric Arturo Delvalle, la administración norteamericana lo reconoció como el presidente legítimo hasta el día de la invasión. Esto provocó que los millones a que tenía derecho Panamá fueron congelados en el norte. Este dinero se le facilitó a Endara para afrontar las emergencias. Por eso, y con buen tino, se crea el Fondo de Emergencia Social, FES, institución que luego fue utilizada para atracos y bellaquerías en otros gobiernos. ¿Cómo hizo el gobierno para darle un aumento generalizado a todos los trabajadores que ganaban menos de 350 dólares al mes? A ellos les eliminó el pago de impuestos sobre la renta ¿Cómo logró construir la presa alta de Fortuna que acabó con los apagones programados por horas en todo el país? De esto he escrito en varias ocasiones. Y la respuesta es sencilla, sana administración y ejemplos constantes de vida.

¡Sí señores, hoy recuerdo a ese a quien he llamado “el Padre de la Democracia moderna! El ciudadano que fortaleció el Tribunal Electoral; el hombre que nombró una corte de lujo; el panameño que cortó las líneas con ese órgano Judicial y con otras dependencias. “¡Hagan lo que dice la ley… ni más ni menos!”, fueron sus indicaciones a cada magistrado designado. Y de esto que hablo puede dar fe Luis H Moreno, quien fue nombrado gerente general del Banco Nacional de Panamá. “Pongo en sus manos el destino de las finanzas; si alguien llega, usando mi nombre, para pedir préstamos o prebendas, hágamelo saber para destituirlo”, le dijo. Una muestra de que era cumplidor de la ley fue cuando le pidió a su hermano del alma, Gonzalo Menéndez Franco que renunciara debido a un pequeño desliz. Resulta que este director de la Policía Nacional fue un sábado a una convención del partido arnulfista. Él adujo que estaba en calidad de custodio y protector del presidente de la república. Endara consideró que no estaba violando la ley, pero, desde el punto ético no era viable su presencia. Con dolor en el alma le pidió la renuncia. Me dicen que ese día Gonzalo Menéndez Franco arrojó varias lágrimas. El estado de sentimientos se debió a que aprendió a valorar, en su justa dimensión, el papel de los uniformados. Recuerden que Menéndez Franco fue perseguido y detenido, varias veces, por los militares. Espero que aquellas personas que conocieron y trataron a Guillermo Endara Galimany lo recuerden hoy más que nunca. Dios nos da el privilegio de contar con una mente, para que, a través de ella, podamos recorrer los mundos del pasado e imaginarnos el futuro. Hoy lo recuerdo, ¡Señor presidente!, como el hombre bonachón que no dudó en tomar las mejores decisiones para que este país saliera del atolladero en menos tiempo de lo esperado. Fui testigo de sus múltiples actuaciones en defensa de la nacionalidad y la soberanía de Panamá. Ya siendo expresidente salió en defensa de Ernesto Pérez Balladares a quien los norteamericanos le quitaron la visa. En un acto nacionalista Endara quemó su pasaporte donde estaba plasmada la visa de Estados Unidos. Ya Pérez Balladares ha explicado el tema hasta la saciedad. ¡Feliz cumpleaños hermano y mientras viva activaré mi mente para recordarlo, pues es allí donde radica el verdadero cementerio de la humanidad! ¡Fue un orgullo acompañarlo durante su gobierno en momentos históricos muy difíciles!