- jueves 30 de septiembre de 2021 - 12:00 AM
Pobreza multi
Principal desafío del Panamá contemporáneo es reducir la marginalidad y segregación social. 138.000 hogares (800.000 compatriotas: 60% menores de 30 años) viven en calamidad multidimensional: ni recursos para la comida, ni vivienda adecuada ni soporte sanitario ni ambiental.
Donde hay mayor pobreza multidimensional de la población y, por encima del promedio nacional: Bocas del Toro (44.6%) y Darién (40.0%). En ellas habita una amplia población indígena, 62.6% y 31.1%. Están para el tigre.
El 53.7% de las personas en pobreza (417,851 personas) del total de población en esta condición se localiza en la comarca Ngäbe Buglé (24.6% -191,634 personas-) y la provincia de Panamá (17.1% -133,237 personas-). Panamá Oeste y Coclé tienen también indicadores altos.
Es insuficiente el logro educativo en el 15% de los hogares. De ese apartado, el 43.6% no cuenta con una educación pre-media completa; el 40.2% sin primaria completa y el 16% de los adultos mayores es analfabeto. El 8% de niños y jóvenes de 6 a 17 años, por lo menos, repitió un año escolar. El 6% de este segmento no va a la escuela.
Es el iceberg de los marginales en una nación que posee el mayor ingreso per cápita de América Latina, que se lo disputa y está disputando a Chile, que ha ostentado ese cetro por tres lustros. Está Panamá también entre los países más desiguales del planeta. Entre los 10 del patíbulo.
La marginalización describe a quienes viven en los márgenes de la sociedad. En su origen, proviene del latín `margen', orilla, como la rivera del lago, río o mar.
Cuando ponemos en el foco en niños y jóvenes, se acentúa la carencia de los elementos mínimos para la subsistencia, y falta de instrucción en los años iniciales estalla en nuestros rostros con violencia y anuncia un futuro sobrecogedor.
PERIODISTA, FILÓLOGO, PROFESOR