Planificación desde arriba: la muerte de la CSS

La aprobación por parte de la Asamblea de Diputados de La Ley 311 no es casual, sino que forma parte del paquete de un proyectos planificado desde los sectores de poder en contubernio con el Ejecutivo y el Legislativo para dar la estocada final a la Caja del Seguro Social (C.S.S.) y concluir con el anhelado proyecto del poder real de Panamá que consiste en la privatización o individualización de las pensiones y de no lograr ese objetivo, caerle con todo para partir la Institución en dos instituciones, una donde se manejen las pensiones y de seguro serán manejadas por los bancos y por otra parte la salud que se manejará por separado.

Previo a la aprobación de la Ley 311 el Gobierno sancionó en plena pandemia la ley que drea las empresas multinacionales donde aquellos trabajadores que ingresen al país con visado de estas empresas, están excluidos de cotizar a la seguridad social con lo cual continúan desguazando el fondo de pensiones más allá de lo que le hizo la administración de Martín Torrijos.

Como si fuera poco el artículo # 2 de la Ley 51 establece con claridad meridiana que el Gobierno central incorporará al presupuesto general del Estado el presupuesto aprobado por la Junta Directiva de la Caja del Seguro Social, y el gobierno central a cometido el abuso de modificar el mismo a contrapelo del mandato legal y en este país nadie dice nada. ¿Dónde está la flamante Junta Directiva que guarda silencio ante semejante arbitrariedad? ¿Y el director y su equipo legal igual?

Con tanta barbaridad junta en contra de la institución, su administración, directiva; Ejecutivo y Legislativa todos juntos parecen estar coludidos para matar, pero con una larga agonía y de paso a todos aquellos que ya cumplieron su noble misión de contribuir al país y hoy dependen de una pequeña y modesta jubilación además de mantener en zozobra a todos aquellos que aún no la alcanzamos por razones de edad o de cuotas.

Es inaceptable que previo al cacareado diálogo anunciado el Presidente Cortizo, sea el propio Gobierno Nacional que imponga semejantes atrocidades en contra de esa institución que dicen querer salvar.

A la sociedad nos toca estar preparada para dar la batalla porque con toda esta planificación y ejecución de actos no nos vamos a dejar imponer reformas paramétricas de ninguna naturaleza y que lo vayan sabiendo desde ya.

Este pueblo está harto del robo descarado y la impunidad rampante en nuestro país y que al final como siempre se quieran terminar recostando en los más pendejos; a los trabajadores les tocará pasar por encima de todas aquellas organizaciones que para sostenerse siguen en el coqueteo.

EX SECRETARIO GENERAL CGTP