- jueves 31 de agosto de 2023 - 4:25 PM
¿Por qué hay personas que creen en el loco mayor?
Cada ser humano transita, en algún momento, por periodos de loco, poeta y de médico. Admito que en mi caso algunas veces he tenido reacciones que los cercanos no entienden. Hasta mi mamita linda me decía en vida… ¡chiquillo loco!, cuando le expresé que pronto estaría en el cuadro escénico de RPC radio y televisión, Corría el año 1973.
Así pasó. Mi locura pasajera se convirtió en un hecho real. En este país hay una persona que nos ha demostrado que está más loca que una cabra. Sus delirios no son pasajeros, pero cada vez que actúa de esa forma pareciera que gusta a la gente.
No tengo duda alguna… este país es amante de las poncheras y si el resto de los políticos no ponen atención… cabe la posibilidad de que este fenómeno lo repitamos durante el quinquenio 2024-2029. Algunos medios publican encuestas donde ponen a Tinelli como el favorito. Dado el comportamiento del electorado desde hace muchos años dejé de creer en encuestas.
Este tema lo abordamos en la cátedra de Opinión Pública. Me sorprendió la insistencia de una dama que deseaba aportar. Cuando le di la oportunidad todo el salón quedó asombrado. “¡Profesor, he tenido la oportunidad de realizar encuestas cara a cara… teníamos una cantidad definida por día y para cumplir yo misma me ponía a completar algunas!”, dijo.
Hace muchos años me encontré a varias personas debajo de los árboles frondosos en la Universidad de Panamá. ¿Qué hacen ustedes por estos entornos?, pregunté… Algunas caras eran conocidas. Las respuestas también me volvieron medio loco.
“Aquí estamos profesor, llenando estas encuestas políticas para cumplir con la meta del día”, me respondieron. No sé si este comportamiento es más fuerte ahora o se acabó, lo que sí les puedo asegurar es que el ciudadano no es sincero a la hora de responder y menos si la entrevista es cara a cara. El temor de ser identificado por una persona que forma parte del gobierno hace que quien responda diga todo menos la verdad. No se van a arriesgar a que lo destituyan o lo hagan con sus parientes que trabajan con ´´el buen gobierno´´. Y si analizan cómo fueron desterrados, desmejorados y botados algunos seguidores de Crispiano Adames, el asunto es para andarse con mucho cuidado. Por un salario, una hoja de zinc, un saco de cemento, una beca, un préstamo bancario o cualquier otra nimiedad la gente es capaz de responder locuras.
Ahora, algunos me preguntarán ¿cómo las encuestas tienen al loco mayor en primer lugar? Mi respuesta es sencilla… esperen el 5 de mayo del otro año para que vean las sorpresas que se van a dar. Pongo solo como ejemplo y que ayer lo traté cuando le dediqué el Miércoles en positivo al candidato José Blandón. En las elecciones de 2014 nadie daba un real por Varela y Blandón. Las encuestas los tiraron al sótano. ¿Y qué pasó? Varela ganó la presidencia y Blandón la alcaldía. En los últimos años pregono que antes los paquetazos y fraudes de las elecciones se daban por robos de urnas y violencia. Después pasamos a los golpes de Estado con guantes de seda a través de las encuestas y ahora está la tenebrosa tecnología la cual puede cambiar los números en el aire. Si el Tribunal Electoral no se blinda, como debe ser, podemos encontrarnos con estas sorpresas cibernéticas.
Como estratega político no puedo desconocer el fenómeno del loco mayor. Desde mi punto de vista médico este caballero debería estar enterrado dada las múltiples presiones a las que ha sido sometido. Parece que este caballero se baña en tinas llenas de aceite o la propia personalidad lo ayuda. No menos cierto es que cada uno de nosotros, al comentar bien o mal de él, le estamos haciendo el mandado por aquello de… “no te preocupes si hablan bien o mal de ti… preocúpate cuando la gente no te menciona. Seria interesante saber desde 2009 cuántas veces los medios han mencionado el nombre de Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, quien lo haga se volverá loco con la cantidad. De toda esta palabrería lo que no entiendo, ni comprendo es que conozco a seres educados, inteligentes, maduros, sabios que se tragan con aplausos la frase de… “robó, pero hizo.” A veces pienso que el loco mayor es poseedor de pócimas o tiene el rango mayor de los magos para lograr esas reacciones.
Allí vimos como sus vástagos confesaron en Estados Unidos; fuimos testigos del fallo reciente en primera instancia donde se le condenó por los nuevos negocios; ahora escuchamos el tema de Blue Apple donde un Parlacen libró, por ahora, a sus retoños, luego vendrá el tema de Odrebrecht. ¿Qué mas pruebas habrá que mostrar para que el votante despierte? También es correcto analizar lo que hizo este loco en cuanto a infraestructuras e inversiones públicas. Cierto es que el hombre hizo, pero a qué precios. Con un país quebrado todos aspiran a volver a los tiempos de bonanza, pero lo que no saben es que estos problemas no los resuelve ni el médico chino. Lo que impera, para salvar a Panamá, es actuar de tajo como pasó en Singapur y se repite en El Salvador. Y me voy, cada vez que me encierro en este laberinto de palabras corro el riesgo de ser un loco más.