- viernes 07 de octubre de 2016 - 12:00 AM
Perros hueveros…
Cómo recuerdo a mi querida abuela. Tenía un dicho para referirse al que es proclive a hacer bellaqueras por más que se le oriente o conmine a que no lo haga, seguirá haciéndolo, de ahí el refrán: ‘el perro es huevero aunque le quemen el hocico'.
El caso es que, en primer debate al proyecto de reformas al Código Electoral, los ‘hueveros' diputados, sin recato, cambiaron al menos dos temas importantes que la Comisión de Reformas había acordado; uno que nadie podía candidatizarse para más de un cargo y el otro tema, que las donaciones privadas no podían superar cincuenta centésimos por electores en los circuitos.
Para lo de postularse a varios cargos, que hoy usan Gálvez, García y Muñoz, como representantes y diputados y que usó Vallarino como diputado y vicepresidente de la República, no se limita a uno solo cargo. Les importó nada que eso venía consensuado de la Comisión.
Sobre el tope de donaciones privadas para las candidaturas por circunscripción, que era de cincuenta centésimos por votante lo pasaron de un tajo a cinco balboas por votante. Traduzco: si un circuito para diputado tiene 100 mil electores en lugar de recibir hasta cincuenta centésimos por elector que sería 50 mil balboas, ahora pasa el tope a 500 mil balboas de donación privada. Si es para alcalde de ciudad de 1 millón que la norma actual dice que podía recibir hasta medio millón, podrá ahora recibir 5 millones de donación privada.
Y me atrevo a asegurar que, en segundo debate, en ese ente de juega vivo que es la Asamblea, el proyecto recibirá más modificaciones en detrimento de ponerles cortapisas a esta casta de privilegiados que se acomodan sin recato alguno.
Así como hay estos perros hueveros, hay ciudadanos ilusos que aspiran a que los mismos que depredan el Estado lo regeneren. Eso es anti natura. El político degradado no va a cambiar buscando el bien común. Así las cosas, ninguno de los que ha participado de la depredacción del Estado, por acción u omisión, debe ser considerado para regenerar el Estado. Hay que buscar entre los ciudadanos, de partidos o independientes, que no tengan responsabilidad en esta ultra degradación política y social que padecemos.
Ni un perro huevero más…
Excandidato presidencial