• domingo 01 de enero de 2022 - 2:47 PM

El periodista, abogado y político tienen que cambiar

Lo que deseo para este año

En marzo voy a cumplir 48 años de haber llegado a la capital en busca de una superación académica y financiera. Dejaba mi natal Bugaba, provincia de Chiriquí. Por mi cabeza pasaban grandes ideales sobre los medios de comunicación social. Mi interés era continuar estudios universitarios relacionados con el Periodismo. Me incliné por esta carrera luego de descartar la de Ingeniería de Minas, no por falta de preparación, sino por lo consejos de los médicos.

La presencia de mi enfermedad advertía que no debía realizar esfuerzos con la mente. Que debía buscar una licenciatura que demandara menos esfuerzos. Así se hizo… abandoné un sueño y me sumergí en otro. La radio, televisión y periódico siempre me han apasionado. Comencé a escuchar a los grandes maestros del Periodismo sobre la importancia de la ética, la moral y la búsqueda de la verdad. Desde ese momento sentí deseos de cambiar a mi país a través del ejercicio correcto de esta profesión.

Lo que deseo para mi Panamá es que todos los que abrazamos esta profesión nos olvidemos de defensas sin sentido de un sistema desgastado. Que no inclinemos nuestra pluma por intereses que solo benefician a unos pocos. Que nos atrevamos a cuestionar, con respeto, a quienes gobiernan a esta nación. Que una pauta publicitaria o un pedazo de pan no nos hagan claudicar.

Que cada uno de los comunicadores tenga presente mi lema de batalla que dice: “¡Quién más reconoce virtudes tendrá más derecho a criticar”! Ayer fue un ejemplo de ese mal Periodismo que aborrezco. En el centro comercial de Albrook se dio un hecho confuso. De inmediato los adelantados del mar del Sur corrieron a publicar lo primero que escucharon sin darle paso a la investigación seria y profunda.

En las redes sociales manejadas por periodistas se daba un debate, no del hecho como tal, sino sobre cómo había sido. La palabra disparo acaparó la discusión. ¿Qué diferencia hay entre si fue arma blanca o un arma de fuego la figura estelar del acontecimiento? Se notaba que unos intentaban defender la verdad del suceso y otros fueron más allá tratando de minimizar el impacto del acontecimiento por razones obvias.

En mi caso medié para que los colegas recuerden que nosotros somos como aquellos que utilizan el método científico. Antes de dar a conocer los detalles de un hecho, comprobamos, medimos, verificamos y cuando estemos seguros de los elementos… publicamos.

El periodista piensa que pegar primero es ganar audiencia. Es posible que esto pase al principio, mas, cuando esa audiencia se da cuenta que de ese medio lo que salen son verdades a medias, tengan la seguridad que el periódico, la radio o la televisión lo cogerán como trapo para limpiar las heces de las mascotas. Alguien me dijo el año pasado que quienes compran medios lo menos que les interesa es dar a conocer la verdad. Ellos compraron un poder y como tal lo van a utilizar.

Por la experiencia vivida parece que es así. Antes pensaba que el día en que un comunicador maneje medios esa será la ocasión de leer, oír y ver ese Periodismo al que anhelo. Con tristeza observo que hay muchos espacios digitales dirigidos por periodistas, pero allí también se observa la inclinación y defensa de sistemas podridos. ¿Por qué se da esto? Porque los periodistas también son seres humanos con intereses y falencias. Es posible que de esas tres profesiones que mantiene al país en estado de locura sea la del Periodismo la que más puede influenciar.

Hablemos de la segunda llamada Abogacía. Es ella la que más genera profesionales que se apoderan de los medios de comunicación social. La democracia se rige por leyes y detrás de cada una habrá uno o dos abogados quienes colaboraron en la redacción de esos documentos. Los abogados tampoco escapan al sistema de discusiones estériles y a la defensa de implicados que a todas luces son culpables. Dicen que la misión de ellos es defender con fuerza a Dios y al diablo de ser posible. Muchos me preguntarán por qué escribo Dios con mayúscula y diablo con minúscula… La respuesta es que no puedo ubicar a los dos en el mismo pedestal de la lengua. Si los abogados y los periodistas hacen bien su trabajo, pensando en la patria grande y no en la plata chica… vamos a tener un mejor país. Y volvemos a lo mismo, son seres humanos con debilidades, fortaleza, intereses y también con un gran interés por el protagonismo histórico.

De último he dejado a los políticos. Cuando actúan con honestidad serán llamados de esa manera, de lo contrario los ubicamos como politiqueros, demagogos y mentirosos. Pregunto… ¿creen ustedes que podemos encontrar a un político digno en Panamá? ¡Creo que sí! Si ellos hicieran el trabajo correcto hoy no tuviéramos un país que se nos cae a pedazos. No tendríamos esa deuda impagable; no seríamos rehenes de subsidios que nos están llevando al suicidio. ¿Es necesario auxiliar al pueblo en tiempos de crisis? ¡Claro que sí! El problema es que actuamos más por lo que beneficia al clientelismo barato que aquello que es bueno para la Patria. Por darle el pescado a la gente los políticos han formado un casta social que solo se ha acostumbrado a que le paguen todo. ¿Cómo hará el gobierno para eliminar los subsidios? Por lo menos en esta administración no se moverá una paja… Recuerden que no podemos cerrar la caja registradora de votos, más ahora que iniciamos un año preelectoral. ¿Enfrentará este gobierno el tema de la Caja de Seguro Social? ¡Ni lo sueñen, ni lo piensen! Estamos en las garras de los politiqueros. Durante estos años de gobierno me he sentido engañado como aquel novio que se da cuenta que lo pasaron por la parrilla.

No sé si la pandemia nos impidió ver a ese Laurentino Cortizo que prometió un Panamá mejor. No sé si la enfermedad que lo aqueja impidió que nos diera lecciones de actuar como lo manda la ley. No sé si la guerra terminó por sepultar a ese hombre que nos dijo… “¡No pongan a prueba mi paciencia… yo soy de mecha corta!”

A estos tres pilares de la democracia llamados periodistas, abogados y políticos les pido un cambio en el ejercicio de la profesión que abrazaron. Podrán sentirse felices por los actos torcidos, pero en cada uno de nosotros hay una voz que nos grita en nuestro interior para que hagamos las cosas bien. Tal vez habrá los menos a quienes les interesa un bledo aquello de la ética, sin embargo, ellos deben saber que hay padres, tíos, hijos, nietos y amigos cercanos que observan las actuaciones. ¿Cómo será este año? Deseo que cada uno contribuya para que Panamá termine de cumplir el sueño de Bolívar cuando dijo en su carta a Jamaica… “¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos!” Y cuando nos independizamos de España dijo: “¡No me es posible expresar el sentimiento de gozo y admiración que he experimentado al saber que Panamá, el centro del Universo, es segregado por sí mismo, y libre por su propia virtud! El Acta de Independencia de Panamá es el documento más glorioso que puede ofrecer a la historia ninguna provincia americana”.

Dicen que estamos llamados a ser la Suiza de América, que podemos volver a ser la tacita de oro. ¡Claro que se puede, solo falta que usted haga su aporte para que eso suceda!