Un patriota no destruye… un patriota respeta

Ayer recibí una cantidad industrial de mensajes sobre la publicación relacionada con el calvario adicional de los pacientes del oncológico. Allí expuse el comportamiento criminal de quienes se dedican a exponer los argumentos con sonidos que más parecen de bailes populares o discotecas. De la misma forma recibí chats de los residentes de las áreas colindantes con la Corte Suprema de Justicia. El 99 por ciento fue a favor de mis planteamientos.

De la misma forma recibo, de manera constante, expresiones desalentadoras de quienes firmaron para que la profesora Gordón sea hoy candidata presidencial por los independientes. Así son los movimientos de la vida; lo que ayer parecía sano, en las actuales circunstancias se percibe que no es así. La señora tiene méritos académicos, pero la cercanía a los grupos que mantienen secuestrado a la nación le va a pasar factura.

Desde anoche le doy vueltas a la palabra patriota. Hoy me referiré a ese término. Conozco a varios politiqueros que desean llegar al poder para saciar sus apetitos personales. De la misma forma de de algunos patrioteros que se venden como mansas palomas, pero en el fondo representan a los más oscuros intereses de la extrema ideológica. Son como el rico que en la iglesia levanta el billete de cien dólares, antes de darlo como ofrenda. Ese acto caritativo tiene que ser visto por los feligreses para que le aplaudan ese desprendimiento. Son los patrioteros que estarán en todas las manifestaciones para que los aplaudan y les lance vítores.

Son los que harán lo imposible para llamar la atención. Miren lo que pasó cuando pusieron sus banderas sindicales en las astas que están frente a la Corte Suprema de Justicia. Así son ellos… pocos, pero perequeros. Como alto funcionario del gobierno de Endara, me tocó estar en muchas cumbres presidenciales donde participaba Cuba. Sus representantes siempre gritaban, manoteaban… vivían pensando que los querían arrinconar, dejar por fuera, pero ese librito era destacado por la prensa internacional. Ese era el cometido… venderse siempre como los perseguidos para sumar.

Ser patriota implica un fuerte amor y lealtad hacia la nación. Pregunto… ¿creen ustedes que esas poses de aquí mando yo y cierro las calles cuando me da la gana son comportamientos patrióticos? Ser patriota incluye el compromiso con los valores de la nación y la lealtad hacia sus intereses. ¿Creen ustedes que con la destrucción de los bienes públicos y privados demuestran ese compromiso? Ser patriota puede implicar contribuir al bienestar de la sociedad y trabajar para mejorar las condiciones de vida en el país. Ser patriota es involucrarse en la vida cívica, respetar las leyes y promover la unidad entre los ciudadanos. ¿Creen ustedes que irrespetando la constitución con el cierre de calles se es patriota?

Ser patriota no implica estar de acuerdo con todas las políticas del gobierno, sino buscar el progreso y el mejor interés de la nación. Creo que estos movimientos populares no buscan el mejor interés de la nación. Ellos quieren que el pueblo se encante por sus procedimientos para que el 5 de mayo voten por los suyos, pero, por los vientos que soplan, parece que le saldrá el tiro por la culata. Continuaré en la exposición de mis pensamientos sobre la situación de Panamá. Mis escritos, por lo general, son publicados por el diario El Siglo. Allí recibo comentarios a favor y en contra. Cada uno tiene el derecho de hacerlo, solo pido respeto y decoro a quienes se toman el trabajo de leerme. Gracias y le deseo un feliz lunes dentro de las circunstancias.

Docente universitario