- sábado 03 de noviembre de 2018 - 12:00 AM
Patria de mis amores
En estas fiestas patrias, conmemorando los 115 años de vida republicana, más allá del repicar de los tambores y el sonido de las cornetas, debe prevalecer el sentimiento cívico en cada corazón que late en nuestra nación.
El esfuerzo y la voluntad, basado en los más altos valores patrióticos deben ser un criterio de unidad como nación en busca de un Panamá más justo y democrático, donde las riquezas sean distribuidas en todos los rincones de nuestra patria. Que las voces de niños y niñas sean escuchadas por nuestros gobernantes y la sociedad, que se abran las oportunidades para aquellos jóvenes que con esfuerzo y sacrificio a través de la educación buscan transformar una mejor sociedad y el engrandecimiento de Panamá. Que la voz del campesino no termine simplemente en un eco en las montañas, sino que sea el canto de la esperanza de nuestras tierras.
Que el clamor de la mujer humilde sea el camino al combate contra la violencia y la discriminación, que el grito del pueblo sea la fuerza motivadora de la lucha contra corrupción e injusticias sociales.
Que la justicia no sea cómplice de la injustica y del empobrecimiento de nuestro pueblo, que los ancianos no sean olvidados, ni abandonados a la suerte del destino.
Que los gobernantes asuman un liderazgo cívico y moral que clama la nación, con carácter para enfrentar las mafias de la corrupción, y no simplemente sean una sombra hueca y vacía, llena de temores de asumir el sagrado mandato que juraron cumplir ante Dios y la patria con nuestra constitución. Hoy, más que nunca, Panamá reclama justicia y transparencia.
Ante el mar de corrupción que amenaza la inestabilidad de nuestra democracia, que los medios sean instrumentos de cambios y no de controles sociales, que los partidos políticos no sean instrumento de intereses mezquinos, sino instituciones que robustezcan la democracia y la consolidación de un país libre y soberano.
Docente y voluntaria de los Derechos Humanos