- miércoles 12 de junio de 2024 - 12:00 AM
Partidos políticos y resultados electorales
El periodo postelectoral se caracteriza por el debate sobre los partidos tradicionales y sus resultados electorales. Los partidos tradicionales son aquellos que tienen una presencia prolongada y significativa en la política, cuentan con una estructura estable, una base de apoyo amplia y un conjunto de valores y políticas bien definidos.
La existencia de partidos tradicionales define las características del régimen político y, con ello, del sistema de partidos políticos. La influencia de los partidos tradicionales se extiende hasta la cultura política, ya que contribuyen a la formación de identidades políticas y al establecimiento de un tipo particular de participación ciudadana.
En las recientes elecciones de mayo de 2024, los ciudadanos acudieron a las urnas para elegir a sus representantes en varios niveles de gobierno. La participación electoral, medida a través de los votos emitidos en las casillas electorales de los partidos políticos, deja en evidencia tres ideas para el debate sobre percepción electoral, intención de voto y predictores electorales.
En el análisis de los resultados sobresalen tres ideas: efectividad de las campañas presidenciales, impactos de la gestión administrativa de los alcaldes, valoración efectiva de la gestión local.
La primera idea señala que las campañas presidenciales son más efectivas en movilizar a los votantes en comparación con las campañas para otros cargos, debido a una mayor cobertura mediática y recursos destinados a estas campañas. Además, estas campañas son mejores predictores de la intención de votos. La elección presidencial fue la que atrajo la mayor cantidad de votantes, con un total de 2,095,679 votos emitidos para el cargo de Presidente. Esto demuestra un alto nivel de interés y participación electoral para el cargo de presidente.
La segunda idea plantea que los votantes consideran que los alcaldes tienen un impacto más tangible y directo en sus comunidades locales, lo que se refleja en una mayor participación en las elecciones municipales. Los candidatos para las alcaldías recibieron el 86.0% de los votos presidenciales, superando a los diputados y representantes. Para alcaldes, PRD y RM son los partidos con una mayor proporción de apoyo. Por su parte, PP y PA forman un segundo grupo de partidos con un apoyo significativo pero menor que PRD y RM. El tercer grupo de partidos lo encabeza CD, con un apoyo considerable pero menor que en ejercicios electorales anteriores.2 / 2
La tercera idea indica que los votantes valoran la representación proporcionada por los Representantes locales, aunque en menor medida que la administración municipal, pero más que la legislativa nacional. Los candidatos a representantes recibieron el 84.8% de los votos presidenciales, una cifra menor que la de los alcaldes, pero superior a la de los diputados. Para representantes, el PRD es el partido con el mayor número de votos (491,363), representando el 27.6% del total. Esto refleja un fuerte apoyo del electorado para el PRD en las elecciones de representantes a nivel local. El partido RM también muestra un desempeño sólido con 354,020 votos, representando el 19.9%, lo que muestra una base de apoyo significativa, aunque inferior al PRD. El PA, con una presencia notable, aunque no tan fuerte como PRD y RM, obtuvo el 15.6% del voto para representantes. Por último, el CD consiguió el 14.3%, con una relevancia significativa entre los votantes.
Los diputados, por su parte, recibieron la menor cantidad de votos, con 1,590,478 sufragios, que representan un 75.9% de los votos comparados con los votos presidenciales. Esta diferencia significativa en comparación con la elección presidencial podría sugerir, por un lado, una menor atención del público hacia sus representantes en el legislativo o una posible desconexión con los candidatos propuestos. Por otro lado, también podría indicar una necesaria renovación del órgano legislativo, contrapeso natural en los regímenes democráticos.
Estos resultados electorales pueden apuntar hacia un menor impacto directo de los diputados en la vida diaria de los ciudadanos, una falta de campañas efectivas, una cantidad significativa de candidatos sin arraigo entre las bases, y un desconocimiento de los problemas ciudadanos. En el caso de los alcaldes, se reconoce un impacto más tangible y directo en sus comunidades locales, aunque con menor efectividad en ciertas regiones. De manera similar, en el caso de los representantes, los votantes valoran en mayor medida la representación local y comunitaria en comparación con la administración municipal de los alcaldes.
En síntesis, el poder y la capacidad electoral se dividen entre lo nacional y lo local.
Los territorios y sus dinámicas impactan en las decisiones y generan espacios importantes de transformación en el próximo quinquenio. Se abre un abanico de posibilidades y alianzas electorales que deben analizarse si se quiere mantener las bases sociales de los partidos. Los resultados no apuntan necesariamente hacia una crisis de los partidos políticos, pero sí hacia un cambio y renovación de los liderazgos.