• domingo 23 de abril de 2023 - 12:00 AM

Los panameños de 1824 y los de 1958 Y 1959...

No es fácil escribir sobre hechos históricos, donde se entrecruzan intereses políticos, porque muchas veces no nos permite ver los acontecimientos...

No es fácil escribir sobre hechos históricos, donde se entrecruzan intereses políticos, porque muchas veces no nos permite ver los acontecimientos con la objetividad que se requiere. Pero si los historiadores, mejores preparados que los escribidores no lo hacen, muchos lo hacemos a sabiendas de errores que se puede cometer. Creo que es preferible que nos corrijan a no hacer nada por temor a los señalamientos.Hay muchas deudas con la historia nacional, en especial con esa historia no contada, poco escrita y generalmente desconocida por los panameños de hoy, viejos y jóvenes, ricos y pobres. Nacidos en el Istmo o bien llegados a sus playas, haciendo hogar y familia entre nosotros.

Entre nosotros, debemos derrotar nuestros complejos como sociedad, las frustraciones colectivas, deben dar paso a inspirarnos en ese pasado desconocido que nos habla de HÉROES, héroes de carne y hueso, nacidos en esta tierra nuestra.De allí mi necedad de escribir sobre los BATALLONES DEL ISTMO que se llenaron de gloria en las Batallas de Junin, Matará y Ayacucho en 1824 por la libertad y la independencia de nuestra América. De la sangre derramada por los panameños en las tierras peruanas, sangre que los panameños no derramamos por nuestra independencia de 1821. A esos HÉROES de 1824, hay que sumar a los panameños de 1831, 1854, 1856, 1862 y 1900 por hablar del Panamá Colombiano.

Pero en Mayo de 1958, los panameños jóvenes, demostraron con su valor y coraje que los ideales estaban presente para mejorar la vida y perfeccionar la República Independiente como tarea generacional. La OPERACIÓN SOBERANÍA del 2 de mayo de 1958, sembrando banderas nacionales en la Zona del Canal, dio paso a ver la Bandera Panameña izada en ese pedazo de tierra convertida en una colonia norteamericana y el 19 de mayo de 1958, el estudiantado con el mártir artesano José Manuel Araúz levantaran la consigna, bañada en sangre de MÁS ESCUELA, MENOS CANTINAS que más tarde con los muertos y heridos se convirtió en MÁS ESCUELAS, MENOS CUARTELES y en ABRIL de 1959 los jóvenes panameños tratando de imitar a la revolución cubana lanzan la consigna de la REVOLUCIÓN PANAMEÑA. Habrán muertos, heridos, encarcelados y exiliados. Idealistas jovenes se lanzan en armas en el Tute. La REVOLUCIÓN fracasa, pero el sacrificio debe ser honrado. Los héroes, los caídos y los fracasados deben ser recordados. Ellos nos hablan de un espíritu de lucha y de sacrificios que los panameños despiertan de tiempo en tiempo. No todo es oportunismo entre los panameños, ni todo es clientelismo electorero, ni todo es el juego vivo que tanto sudamos entre ricos y pobres, educados e iletrados, gobiernistas, opositores e independientes. No todo está perdido, decía Antonio Gonzalez Revilla.

CÓNSUL DE PANAMÁ EN PERÚ

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