Si Panamá fuera un país ordenado

Nos llegó la pandemia de Covid-19 como ha llegado a 160 países en el mundo. Los efectos están siendo muy negativos y serán muy negativos luego de controlada la enfermedad, que llegó para quedarse.

El control que se aspira es que surja una vacuna efectiva que la pueda prevenir. O que surjan medicamentos que la curen cuando a alguien le da. Para esto falta algún tiempo.

Titulé ‘si Panamá fuera un país ordenado'. Panamá no es un país ordenado. A quiénes le da una enfermedad? A los seres vivos, humanos en este caso. A los seres humanos de un territorio. Si ese territorio es un Estado, ese Estado debe tener un orden que vele por el bienestar de su población. Acaso la población de este territorio está ordenada? La respuesta es no.

Aquí no hay orden en la migración, no hay orden en su reproducción, no hay orden en su asentamiento, no hay orden en su salud, en su educación, en su seguridad, en fin no hay orden en su sistema político que ofrezca bien común.

Si hace 62 años se llegó a un millón de habitantes cómo que no hemos podido tener orden en todas las facetas de la vida social de los habitantes de este territorio aspirante a Estado.

Si fuéramos un Estado ordenado no estaríamos en la angustia de no saber el efecto de la pandemia sobre Panamá. O por lo menos tendríamos mejor pronóstico para atender las necesidades de la población, de lo que se perfila hoy, serán los alcances negativos que sobre la población se producirán.

Si antes del Covid-19 había falencias en todo aspecto de la vida ciudadana, ahora es como que una catástrofe estilo terremoto o huracán hubieran pasado.

Esperemos que los antivalores que han reinado en nuestra sociedad en los últimos 50 años, para no irnos a los orígenes de la República, hoy sean identificados como los que han propiciado el desorden. De ahora en adelante esos ciudadanos que le han rehuido a comprometerse con rescatar Panamá, desplazando a la casta de politiqueros que la tienen en el desorden, digan ¡basta ya!

ODONTÓLOGO