Orden y disciplina para enfrentar los problemas de la vida

Recuerdo aquellos tiempos cuando estudiaba en la primaria y el primer ciclo que existía el COD (Cuerpo de Orden Disciplina), equipo conformado por estudiantes sobresalientes para velar por la disciplina y promover el buen comportamiento en el salón.

Algunos los señalaban como sapos, lambones, mala gente y traidores. Otros, los trataban con respeto, admiración y los veían como un ejemplo a seguir.

El COVID-19 cayó en el cuerpo de la humanidad con un torrencial aguacero que limpia el lodo que cubre la cara de la gente. Afortunadamente muchas son de solidaridad, bien común y sacrificio. Otras, de juega vivo, aprovechados, corruptos, insensibles, oportunistas e insensatos.

Lo que vive el mundo con la pandemia demanda orden y disciplina de todos para frenar su propagación y los estragos que causa (muertes, desempleo y crisis socioeconómica)

La disciplina es la capacidad de las personas para poner en práctica una serie de principios relativos al orden y la constancia, tanto para la ejecución de tareas y actividades cotidianas, como en sus vidas en general.

El uso de mascarilla, el distanciamiento social, evitar aglomeraciones y acatar las recomendaciones e indicaciones de los organismos de salud que incluyen vacunarse cuando corresponda, exige orden y disciplina.

Sin orden reina el caos, el desconcierto y la incoherencia. Sin disciplina lo que hay es dejadez, postergación e incertidumbre.

‘La disciplina vencerá a la inteligencia", dicen los japoneses. Se desprende de esa frase, que además de talento se necesita ser disciplinado para lograr el éxito.

No me refiero solamente a la organización de las cosas materiales cuando hablo de orden, también busco resaltar la forma de organizar nuestra vida y conducta.

PERIODISTA Y DOCENTE