- miércoles 17 de agosto de 2022 - 12:00 AM
La odisea de construir una casa
Si eres pobre y deseas construir una casa modesta (sin importar el lugar), prepárate mental y económicamente porque los municipios y varias instituciones han unido fuerzas para hacerte la vida imposible y sacarte el último real con tal que desistas y no logres el objetivo.
José Rodríguez, mejor conocido como ‘Huevo frito', un jornalero que reside en Guabas Arriba (Antón), a punta de esfuerzos ahorró una pequeña suma de dinero para la construcción de una casita, para convivir con su esposa y sus dos hijos pequeños.
Tenían cinco los años de vivir con los suegros, cada día veía que sus niños crecían y no tenía un techo propio para albergar y compartir con sus seres queridos.
Al fin se decidió y después de consultar con su esposa, inició el proyecto que consiste en sacar los permisos correspondientes en el municipio: memorial, planos (aprobados por un arquitecto o ingeniero), electricista, soldador, plomero, título de propiedad y una decena de documentos más.
Luego de seis meses y de ir todas las semanas a averiguar la situación de su solicitud, al fin aprobaron la construcción y entregaron la documentación pertinente, para que prosiguiera con los trámites en Salud y el Cuerpo de Bomberos de Panamá, pero no sin antes advertir que aún faltaba el permiso de ocupación, es decir, tenía que regresar a dónde empezó.
Si en el municipio exigen decenas de requisitos, Salud no se queda atrás. Cuando José escuchó que tenía que contratar a un ingeniero civil para que hiciera un análisis de suelo casi se desmaya. El costo del estudio está entre los 200 y 300 dólares.
Pero la cereza al pastel la ponen los bomberos que emplean cuatro procedimientos diferentes, para al final darte la aprobación, causándole al contribuyente pérdida de tiempo y dinero.
Ha transcurrido casi un año y ‘Huevo frito' no ha iniciado la construcción de su soñada casita y lo más triste es que de los 8 mil balboas que iba a invertir, ya se ha gastado 3 mil en trámites, servicios profesionales e impuestos.
Y para rematar, los precios de los materiales han subido; el albañil, que le iba a construir, emigró y si empieza la construcción sin permiso, lo pueden sancionar con una multa que sobrepasa los mil balboas…
PERIODISTA Y PROFESOR