- sábado 11 de febrero de 2017 - 12:00 AM
Odebrecht desestabiliza a Panamá
Ante las impactantes y reveladoras confesiones del abogado Ramón Fonseca Mora, ex asesor del presidente, Juan Carlos Varela, y distinguido miembro del partido panameñista, queda al descubierto el alto grado de corrupción de la clase política criolla.
Según Fonseca Mora, Odebrecht coimeó por el orden de un billón de dólares a corruptos e intermediarios, solamente en la Cinta Costera 3. Además, confesó que el presidente Juan Carlos Varela le dijo que él recibió donaciones de Odebrecht, porque no podía pelearse con todo el mundo. Estas confesiones son un golpe mortal a la tambaleante democracia, producto de la corrupción del sistema político, al servicio de los intereses económicos y de la partidocracia.
Panamá vive una crisis institucional parecida a los 21 años de dictadura militar, terminando en una invasión el 20 de diciembre de 1989,por los EE.UU. Donde supuestamente se instalaría un sistema democrático, basado en el derecho y la justicia, pero que lamentablemente, hoy vemos que sólo fue un sueño de miles de panameños, que depositaron su esperanza en un Panamá diferente. La realidad es que vivimos en una seudo democracia finamente elaborada, con un modelo y estrategia para engañar y empobrecer a las grandes mayorías.
El escándalo de corrupción de Odebrecht revela la doble cara del sistema político corrupto que impera en el país, obligando a la clase política a defender a capa y espada por temor a un pueblo bien cabriado que se revele, así como se le reveló a la dictadura de Manuel A. Noriega a finales de los 80'.
Las declaraciones del amigo del presidente, Fonseca Mora, son tan parecidas en guardadas proporciones a las declaraciones del ex coronel, Roberto Díaz Herrera, aquel sábado 6 de junio de 1987, cuando denunció la corrupción del entonces hombre fuerte, siendo el detonante de la caída del régimen.
Todo esto nos indica que este escándalo de Odebrecht es la caída de Juan Carlos Varela.
Comunicador social y voluntario de los derechos humanos