¡No te des por vencido!

Hieron II de Siracusa (Italia), mandó a fabricar una corona de oro. Dudando de la honestidad del fabricante, pidió a Arquímedes que determinara si se había cumplido su instrucción, o si la corona contenía otros metales. El matemático debía aclarar la duda del rey, pero sin dañar la joya…. ¡tarea imposible! Sin embargo, al meterse en la bañera, Arquímedes descubre que los cuerpos desplazan una cantidad de agua igual a su propio volumen; así, encuentra el mecanismo para determinar la densidad del oro y, por ende, la calidad de la corona. La reacción de Arquímedes ante tal descubrimiento, su estallido de ALEGRÍA fue tal, que salió desnudo del baño y corrió gritando por las calles: ¡Eureka! ¡Eureka!, que significa: ¡Lo encontré! ¡Lo encontré! Hay algo de mayor valor que Dios quiere que descubras hoy: ‘este es el día que Él hizo'. ¡Lo hizo para ti! Pero GOZARSE, ALEGRARSE al descubrirlo…depende de ti. ¡No te des por vencido! Sal a la calle –no desnudo ni gritando-, porque ‘de Cristo estás revestido'. Sal a la calle: ¡dándote por vencedor!….pues eso eres: ‘más que vencedor por medio de Aquel' que te dice: ‘no temas, Yo he vencido al mundo': por y para ti.

SALMO 118:24 ‘Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él.'