¡No dejemos morir a la Caja de Seguro Social!

Esta es la segunda parte de los pensamientos de Juan Cardona Conte sobre la Caja de Seguro Social.

“Los años 80 fueron de calamidades para la CSS. Ya antes, en los 70, se habían hecho desastres con la unificación de los programas de salud, jubilaciones de 50 años para las mujeres, además de todas las jubilaciones especiales que venían desde hacía algunos años. Incluso, supimos de muchas personas a quienes se les concedió la jubilación por “palanca”. No tenían la cantidad cuotas pagadas para jubilarse. Se denunciaba que la CSS, estaba llena de botellas y se robaban medicamentos... se despilfarraba el dinero.

Recuerdo, también, a comienzos de los años 80, las marchas de los trabajadores solicitando la devolución de la segunda partida del décimo tercer mes que en aquellos días iba a la Caja. Aunque esto no representara una cifra importante, su devolución se sumó a los muchos golpes que le dieron. Al revisar los periódicos de 2005, vemos que fue toda una odisea llegar a aprobar la actual Ley 51 de 2005. La primera Ley 17 de 2005 tuvo que ser suspendida en mayo y convocar a un dialogo que se extendió hasta diciembre donde después de encendidos debates en la Asamblea Nacional fue aprobado el proyecto (Ley 51) por 46 votos a favor y 27 en contra.

El gobierno en 2005 estaba optimista al lograr las reformas. Las autoridades decían que se había creado un sistema para los jóvenes que no estaba destinado a la quiebra, sino que era sostenible y que empezaba con cero déficit a partir de 2008.

Las reformas aumentaron gradualmente el número de cuotas mínimas hasta llegar a 240, en gravar los gastos de representación y la edad de jubilación quedó en 57 años para mujeres y 62 para los hombres. Se creó un sistema solidario básico y uno mixto para quienes ganen más de 500 dólares. También se aumentaron de forma escalonada las cuotas obrero-patronales y se hicieron otros ajustes en los cálculos de las pensiones, etc. El nuevo modelo de jubilación tiene dos componentes: un sistema exclusivo de beneficio definido (el sistema solidario tradicional) y un sistema mixto, compuesto por una parte de beneficio definido y otra de ahorro personal.

En aquellos días de 2005 con la ley 51, se le dio la opción a afiliarse al nuevo sistema a los cotizantes que al 31 de diciembre de 2005 hubieran cumplido 35. Se estimaba que unos 100 mil cotizantes debían tomar la decisión. Los que no hacían el cambio quedaban cotizando en el sistema viejo o tradicional de beneficio definido. Unos 10 mil hicieron el cambio al nuevo sistema. A partir de 2008 quedó cerrado el viejo sistema de jubilación solidaria. Por lo tanto, ya no habría nuevos cotizantes aportando para sostener a los jubilados.

Esto implicaba que el sistema de jubilación solidaria tradicional se vería cada vez más presionado financieramente...solo los cotizantes existentes seguirían aportando mientras el número de jubilados aumentaba. Esta reforma creaba un problema a largo plazo porque las personas que están dentro del sistema se retirarán y, al no haber nuevas incorporaciones, los fondos del sistema antiguo se iban a agotar.

Me pregunto ¿qué se ha dicho en las mesas de diálogo que están reunidas en la Presidencia sobre la situación del sistema tradicional de jubilación solidaria? La pregunta la hago porque las informaciones que llegan parecen más bien un cúmulo de opiniones. No vemos información financiera, es decir datos numéricos y estadísticas, que sirvan para tomar decisiones informadas. No vemos nada sobre temas demográficos como la cantidad de contribuyentes, beneficiarios, tasas de mortalidad y natalidad, y proyecciones financieras, económicas.

Al final, se trata de la sostenibilidad de la Caja de Seguro Social. Es cierto que debe buscarse que las reformas sean justas, pero todo va a depender de la capacidad de formular reformas que también sean viables desde el punto financiero.” Le agradezco al ingeniero Juan Cardona Conte por este aporte valioso donde se refiere a antecedentes muy importantes que nos permitirán entender mejor el estado de la Caja de Seguro Social... Abrazos.