- lunes 07 de noviembre de 2016 - 12:00 AM
Nicaragua y Estados Unidos
La señora Clinton no es la mejor opción, a pesar de ser una política experimentada.
Ayer domingo se llevaron a cabo las elecciones presidenciales para perpetuar a Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, en la presidencia de Nicaragua y mañana se celebran las elecciones que determinan el destino del país más poderoso del mundo: Estados Unidos.
En ambos casos, proporciones guardadas, los candidatos son tan poco representativos de los tiempos que corren que nos preguntamos si no son un reflejo de cada uno de los países que representan.
En Nicaragua, Ortega corrió sin aparente oposición y con las ventajas de una clase económica poderosa que ha recibido todas las garantías de continuar con sus ganancias exorbitantes, en detrimento del pueblo.