El 20% de la población mundial está consumiendo el 80% de los recursos en nombre del progreso; las economías, las culturas y los recursos naturales están siendo sobrexplotados en nuestro planeta.

Mientras, el cambio climático está afectando zonas geográficas que no estaban incluidas, como áreas de riesgos a los fenómenos climáticos extremos.

El feminismo y la ecología, relación que va tomando forma en las feministas de la década de 1970 con el término “ecofeminismo”, su consigna dice 'basta ya de esperar'. 

Vandana Shiva, nacida en la India, una de las voces más influyentes del ecofeminismo en todo el mundo. Su pensamiento basado en la religión y la filosofía hindúes, describe el “principio femenino” como la fuente de vida y la base de un desarrollo sustentable. Ella considera que el sistema económico indio tradicional preserva la relación mutua con la naturaleza, a través del policultivo, que es producción de subsistencia local con insumos propios.

Así como Ariel Salleh, se le conoce en las luchas contra la minería del uranio en tierras indígenas en Australia, convirtiéndose en 1970 en un referente de la construcción del ecofeminismo materialista.

El ecofeminismo materialista está tomando cada vez más forma, debido a la crisis climática ya las diversas crisis sociales que hoy azotan el mundo.  

La postura de Shiva, así como la de Salleh, convergen al plantear que la dominación que se da en la sociedad patriarcal se sustenta en las relaciones socioeconómicas de la sociedad industrial que ha llevado a la crisis ecológica.

La posición de Bina Agarwal es llamada ambientalismo feminista, ella entiende la relación de las mujeres y de los hombres con la naturaleza enraizada en su realidad material y con el medio ambiente; resaltando que los procesos de degradación ambiental y de apropiación de los recursos por pocos. Por lo que el feminismo ecologista se convierte como nuevo proyecto ético y político, donde incluye la participación de las mujeres en el ámbito político, cultural y de la Naturaleza.

Hay una larga lista de mujeres como Berta Cáceres, asesinada en 2016, que arriesgan sus vidas por defender el medio ambiente.

El ecofeminismo dice 'basta ya de esperar'. 

El 20% de la población mundial está consumiendo el 80% de los recursos en nombre del progreso; las economías, las culturas y los recursos naturales están siendo sobrexplotados en nuestro planeta.

Mientras, el cambio climático está afectando zonas geográficas que no estaban incluidas, como áreas de riesgos a los fenómenos climáticos extremos.

El feminismo y la ecología, relación que va tomando forma en las feministas de la década de 1970 con el término “ecofeminismo”, su consigna dice 'basta ya de esperar'. 

Vandana Shiva, nacida en la India, una de las voces más influyentes del ecofeminismo en todo el mundo. Su pensamiento basado en la religión y la filosofía hindúes, describe el “principio femenino” como la fuente de vida y la base de un desarrollo sustentable. Ella considera que el sistema económico indio tradicional preserva la relación mutua con la naturaleza, a través del policultivo, que es producción de subsistencia local con insumos propios.

Así como Ariel Salleh, se le conoce en las luchas contra la minería del uranio en tierras indígenas en Australia, convirtiéndose en 1970 en un referente de la construcción del ecofeminismo materialista.

El ecofeminismo materialista está tomando cada vez más forma, debido a la crisis climática ya las diversas crisis sociales que hoy azotan el mundo.  

La postura de Shiva, así como la de Salleh, convergen al plantear que la dominación que se da en la sociedad patriarcal se sustenta en las relaciones socioeconómicas de la sociedad industrial que ha llevado a la crisis ecológica.

La posición de Bina Agarwal es llamada ambientalismo feminista, ella entiende la relación de las mujeres y de los hombres con la naturaleza enraizada en su realidad material y con el medio ambiente; resaltando que los procesos de degradación ambiental y de apropiación de los recursos por pocos. Por lo que el feminismo ecologista se convierte como nuevo proyecto ético y político, donde incluye la participación de las mujeres en el ámbito político, cultural y de la Naturaleza.

Hay una larga lista de mujeres como Berta Cáceres, asesinada en 2016, que arriesgan sus vidas por defender el medio ambiente.

El ecofeminismo dice 'basta ya de esperar'.