Mujer: una fuerza transformadora

El 8 de marzo de 1857 en Nueva York, mujeres de la industria textil organizaron una huelga en la que demandaban mejores condiciones laborales y mejor salario. Estas mujeres alzaron su voz pero fueron reprimidas por la policía. Años más tarde, en 1908, miles de mujeres vuelven a tomar las calles para exigir menos horas de trabajo, aumento de sueldo, derecho al voto y la eliminación del trabajo infantil. Bajo el eslogan ‘Pan y Rosas', pues el pan representaba la seguridad económica y las rosas, una mejor calidad de vida, se movilizaron 15,000 mujeres.

No obstante, fue el 25 de marzo de 1911, la fecha que marcó de manera definitiva: La hermosa primavera se vio interrumpida por un espeluznante siniestro en la fábrica Triangle Shirtwaist. Las puertas fueron cerradas con llave por los dueños, para evitar que sindicalistas alentaran huelgas, esto causó que varias mujeres murieran aplastadas. Las escaleras de emergencia sucumbieron por el peso de aquellas que intentaban huir. Las víctimas oscilaban entre los 43 y 14 años de edad. Murieron 129 mujeres, en su mayoría inmigrantes.

Las mujeres no podían parar de trabajar ni para comer y era todo un milagro si se les daba permiso para ir al baño. Laboraban largas horas por un salario bastante bajo, no tenían representación ni derechos.

Han pasado 111 años desde ese nefasto evento, y es innegable el hecho de que se ha avanzado bastante. Sin embargo, aún se sigue combatiendo la discriminación y la desigualdad, sobre todo en países de África, Medio Oriente y Asia.

Estamos viviendo en una sociedad que quiere aparentar ser justa y equitativa, cuando en el fondo se alientan ideas de un neo oscurantismo, en donde, a la mujer se le desplaza. Muchas siguen siendo rechazadas. Ser mujer sigue siendo una labor heroica.

ESTUDIANTE DE PERIODISMO