- lunes 13 de noviembre de 2023 - 12:00 AM
Sin mina, divididos y sin democracia
La democracia no es perfecta, pero es el único camino para obtener soluciones ‘conversadas' a los conflictos permanentes entre el Estado y los ciudadanos.
Al parecer hemos olvidado que toda decisión gubernamental es la síntesis de la confrontación entre intereses sociales con intereses privados. En la aprobación de la ley minera, la protección a la vida y el negocio minero no hay puntos de entendimiento.
Pero algo más peligroso para la institucionalidad democrática se ha evidenciado en las manifestaciones de rechazo pusieron, y es que el trato indiferente que la ciudadanía asume que se le brindó a la discusión y aprobación de esa Ley, terminó por resquebrajar la debilitada legitimidad política que los HD ostentan como representantes de la ciudadanía.
Con todo y las protestas públicas, la Ley # 406 de 2023, hoy ya es ley de la República. La ciudadanía ahora recurre a los canales institucionales disponibles, unos demandando ante Justicia la declaratoria de su constitucionalidad. En cambio otros sectores rechazan la vía jurisdiccional, han optado por la intervención de la Asamblea declarando su derogatoria legislativa.
Con todo y que los cierres de calles continúan, el tiempo de espera transita en contra del movimiento social, que a causa del desabastecimiento de alimentos, la comunidad ya empieza a llamar a la cordura a los manifestantes.
Sin importar la justeza o no de los reclamos ciudadanos, y sin conocerse el decisión judicial sobre el tema minero o que no apruebe la ley de su derogatoria, el efecto negativo que habrá creado el ambiente de zozobra de las últimas semanas, pronto pasará factura sobre manifestantes y los simples espectadores.
El Estado es un aparato de concertación política, el que por sus falencias demostradas demanda de urgentes ajustes. La lucha por la nueva conformación del mapamundi imperial, generará efectos a lo interno, causantes de contradicciones entre las mayorías y el Estado.
Es preocupante el silencio de los poderosos, pues mientras el movimiento social se desinfla, la justicia les ha ido depurando, y en silencio se reagrupan para retomar su papel protagónico desde el poder institucional. Sólo la democracia dará valor a los intereses de las mayorías nacionales.
PROFESOR Y ABOGADO