El domingo temprano fui a votar. Me llamó la atención la cantidad de adultos votando, muchos de los cuales con dificultades para caminar. Buenas atenciones por los muchos activistas de los diversos partidos políticos presentes.
En mis meditaciones con respecto a las votaciones, deducía días antes:
1-. Que el PRD perdería las elecciones, pero que podía resistir la derrota, presagiada por las encuestas, por su tradicional maquinaria partidaria y sus recursos económicos y a pesar del desgaste del Gobierno.
2-. Que los partidos políticos con tradición de liderazgos y maquinaria electoral en la república, tenían la oportunidad de ganar la presidencia de la república. Para mí el PRD, Cambio Democrático y su aliado el Panameñismo.
3-. Que la candidatura de Martín Torrijos con el Partido Popular tenía posibilidades en la medida que lograra convencer a los seguidores del PRD que él era mejor candidato que Gaby Carrizo y lograra sumar a sectores independientes organizados. Lo que le faltó presentar como parte de su organización electoral. Por otra parte, Martín no se atrevió a ofrecer nada novedoso para ilusionar al electorado.
4-. Que la candidatura de Ricardo Lombana, creaba ilusiones, sin tener la estructura electoral de candidatos en la geografía nacional que tumbara al PRD, a CD, al Panameñismo y a Realizando Metas.
5-. Que la cola de problemas legales de Ricardo Martinelli, si bien marcaba en todas las encuestas de primero, era un problema para José Raúl Mulino, que aparecía en el panorama electoral con poco tiempo para enfrentarlos, lo que podía desalentar a los votantes de esa candidatura.
6-. Que los independientes no organizados y los de VAMOS, tendrían los mismos problemas de siempre: falta de organización, recursos económicos y logísticos.
7-. Que el candidato presidencial ganaría por un mínimo del 30% o menos de los votantes, ante la división de los 7 candidatos presidenciales.
8-. Que la muchachada votante en estas elecciones, era importante y podían cambiar las cosas, pero no se veía ese entusiasmo ni en la capital ni en el interior, igual pasaba con los adultos. Todos estaban como el Chinito de 1900: “di tu plimelo”.
9-. Que me equivoqué. Estoy desfasado. Mi amigo, Alejandro “Duende” Garrido, acertó: “la juventud panameña arrasará en las urnas por el cambio”.
Hay esperanzas.
“Me llamó la atención la cantidad de adultos votando, muchos de los cuales con dificultades para caminar.”
